La tendencia genderless gana cada día más fuera en la moda del mundo. Este boom es clave para entender que las prendas no tienen género y que puede usarla cada persona que lo desee.
Cuando Harry Styles apareció con un voluminoso vestido azul bebé de Gucci en la portada de la edición estadounidense de Vogue, levantó airados debates sobre la masculinidad y la vestimenta de género.
Pero la verdad es que no ha sido la primera vez que el cantante se pone un vestido o una falda (tampoco en una portada, ya que usó un vestido de Comme des Garçons en su primera plana para el Guardian Weekend) ni la primera que un artista masculino lo hace: hay muchos ejemplos históricos sobre la fluidez de género con la que jugaron Bowie, Prince, Kurt Cobain, Freddie Mercury o en la nueva hornada junto a Styles, Machine Gun Kelly (que también aparece vestido con falda en su reciente portada de Nylon) o Bad Bunny.
La vestimenta no binaria se ha normalizado como nuevo paradigma social entre las nuevas generaciones. Sin embargo, conservadores prominentes y muy mediáticos, que definen los estados de opinión desde sus redes sociales.
La autora y activista, Candace Owens, quien escribió desde Twitter: “No existe ninguna sociedad que pueda sobrevivir sin hombres fuertes. Oriente lo sabe. En Occidente, la feminización constante de nuestros hombres al mismo tiempo que se enseña marxismo a nuestros hijos no es una coincidencia. Es un ataque directo”, sentenciando con un “Traigan de vuelta al hombre varonil”.
Este tipo de reacciones y los debates en torno a que los hombres decidan ponerse un vestido o pintarse las uñas evidencian la asignatura pendiente de normalizar un acto tan cotidiano como vestirse con lo que a uno más le apetezca.
Sin embargo, cada vez son más las personas que deciden rechazar cualquier tipo de estereotipo y separarse de las etiquetas para empezar a jugar con la ropa y darle el significado que mejor se adapte a su esencia.
El actor mexicano Alejandro Speitzer, protagonista del éxito de Netflix Alguien tiene que morir y pareja de la actriz Ester Expósito, ha posado para la publicación BadHombre con un vestido rosa de lunares, un par de guantes largos y argumentando: "las etiquetas limitan nuestras decisiones y desarrollo personal y colectivo".
La moda no tiene género
En 1985 Jean Paul Gaultier lanzó su colección Y Dios creó al hombre en la que presentó la falda para hombre, para ayudar a derribar convenciones y clichés sobre la vestimenta atribuida por norma a cada sexo.
Marc Jacobs hizo de la falda una de sus prendas favoritas, casi una seña de identidad, para tratar de todas las maneras posibles hacerle un hueco en el armario masculino. La llevaba al final de sus desfiles, por la calle, en fiestas, etc. Con el paso de los años, el diseñador nacido en Nueva York ha seguido rompiendo moldes hasta posar en Instagram con zapatos de taco alto.
Jaden Smith, Ezra Miller, Kanye West, Jared Leto y el jugador de fútbol americano Odell Beckham Jr. son otros los famosos que se han apuntado a llevar las piernas al descubierto.
Que los artistas se pongan vestidos no hará desaparecer por arte de magia la masculinidad hegemónica ni las cifras de violencia hacia las personas trans o la destrucción del machismo cotidiano. Pero personas como Harry Styles, Jean Paul Gaultier, Mark Jacobs o Alejandro Speitzer hacen que el panorama se vea un poco más esperanzador.
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