Conocé al fotógrafo argentino de moda que triunfa en París

Joaquín Laguinge tiene 31 es argentino y hace poco más de tres que vive en París. La primera cámara que usó fue la de su abuelo a los 18, “estaba obsesionado con la luz natural y la composición de las fotos”. En ese momento no sabía que la fotografía sería su profesión.  

Córdoba-Londres-París

Luego de algunos trabajos en su ciudad natal y fotos a su prima la modelo Magda Laguinge cuando comenzaba su carrera como modelo internacional, en 2015 su amigo argentino Sebastián Kaufman que vive en Londres, le propuso viajar allí para hacer trabajos y editoriales. Las idas y vueltas entre Córdoba y el viejo continente lo llevaron, dos años después, a instalarse en París definitivamente. “Establecerme aquí fue la reflexión de haber estado en Londres y la experiencia que había hecho allí, y plantearme elegir una ciudad que me guste, me inspire y pueda desarrollarme profesionalmente. Llegué con la idea de especializarse en Still Life (fotografías con objetos). Me mudé sin portfolio, me instalé en un departamento, con mucha luz y ahí comencé a shootear los objetos que había creando mi portfolio y publicando en Instagram que era la forma de mostrar mi trabajo a los directores de arte de París”, explica.

¿Y lo logró? “Parece que si (risas). El primer año fue entender al cliente francés y tuve la suerte que sin agencia el director de arte de Isabel Marant me encontró en Instagram y me propuso realizar el lookbook para los Accesories 2018 con mi estilo. Luego tuve una entrevista con el director de arte Jean Baptiste Talbourdet, quien maneja la revista M Le Magazine del diario Le Monde. Comencé a trabajar con un contrato anual, hice la tapa de una de las ediciones y logré mayor visibilidad”.

De la pandemia al trabajo

El confinamiento lo encontró en el piso que comparte con tres amigos y “por suerte fue mucho más ameno y llevadero. Aunque tuve momentos de asfixia lo viví muy tranquilo”. La vuelta al trabajo fue dos días después que se levantara la cuarentena “ese día el grupo de personas en el estudio éramos los indispensables y teníamos vía Zoom a la otra parte del equipo, clientes y directores de arte para poder entonces estar todos de una u otra forma”. Con la nueva normalidad si bien no existen otros requerimientos de parte de los clientes, algunas cosas cambiaron. “Hoy las marcas reajustaron sus proyectos y en vez de hacer 50 por temporada harán 30, y eso nos afecta a todos.

 

Las campañas y shootings via FaceTime fueron una salida favorable para una parte del mercado, noté que se concentró mucho la demanda a nivel local, con fotógrafos, estilistas y modelos establecidos acá, entonces hay ahorro en viajes y se empieza a pensar cómo desarrollar todo localmente en vez de volar personas de cualquier parte del mundo. En mi caso es favorable, pero esto también va cambiando día a día, estamos tanteando y observando como se va desarrollando todo”. 
Y esta nueva manera de trabajar puede cambiar las reglas del juego, le preguntamos: “No sé, tengo mis dudas si va durar un tiempo y concientizar a todos o luego volveremos al ritmo de antes. Ojalá nos sirva a todos para replantear el ritmo que veníamos llevando y cómo lo estábamos desarrollando”. 

 

Bienvenida la profesión

Tardó un año en armar su portfolio, fue entonces cuando conoció a Alexandre, su actual agente, ex director de fotografía de una de las agencias más importantes de París y formador de carreras de fotógrafos como Willy Vanderperre, Johnny Dufort y Lachlan Bailey. Al tiempo le ofreció irse con él a Blanc Agency de la cual es fundador y creador. “Trabajar con una agencia te facilita en muchos aspectos pero no te soluciona o arma la carrera. Ayuda ya que el agente está en contacto con el cliente en las negociaciones y producción. Te saca un peso de encima y me encargo sólamente del proceso creativo con los directores de arte”.

Hoy trabaja para editoriales como Vogue Italia, M le Monde, Luncheon Magazine, Holiday Magazine y Wall Street Journal. Entre las marcas están Cartier, Bally, Isabel Marant y Chloé entre otras. “Disfruté mucho hacer la campaña global de Hermès Beauty, un trabajo en conjunto con Jack Davison, mientras él hacía la moda yo fotografiaba los still life ya que había que unificar y tener coherencia entre las dos campañas para comunicar el mismo mood. Ahora estoy recién llegado de shootear la tercera parte que saldrá el año próximo. Así también fue con la fragancia de Chloé en conjunto con el fotógtafo Karim Sadli que la hicimos en el sur de Francia. Otra muy linda experiencia”.

La nueva campaña de Isabel Marant

“Llegó a través del director de arte de la marca; nos reunimos 2 o 3 veces y me planteó mezclar still life con modelo. Propuse a la modelo y música Kaya, que venía de hacer Bottega Veneta, y luego planteamos la nuestra: todo muy simple y que ella, las carteras y los zapatos fueran lo más importante, el objeto de deseo. Un set designer se encargó de armar el set y plantear la escenografía y, ¡voilá!”. 
Sobre si le gusta más hacer fotos con modelos o con productos y accesorios, nos dijo que “con honestidad prefiero el still life, disfruto hacer accesorios, make up y joyería, el tema modelo siento que fue una etapa del proceso de búsqueda que fluyó mejor con still life. De todos modos hay clientes que me piden “porter” (shootear ropa con modelo) y lo hago sin problema. 
Para cerrar cómo se ve Joaquín en unos años. “Esta carrera es larga, hay mucho por hacer, quiero seguir trabajando más esta profesión que me da la oportunidad de desarrollar proyectos muy interesantes. Y también me dejo sorprender un montón. 

at Alejandro García