La moda siempre vuelve, pero nunca igual. Después del furor de las Mary Jane —ese calzado de los años 20 que conquistó a las flappers más rebeldes y que luego se transformó en un clásico atemporal—, llega su versión 2025: las ballerinas deportivas. Una silueta que mantiene la elegancia del ballet pero suma la comodidad del calzado urbano.
De las pasarelas al asfalto
Las vimos en el Copenhagen Fashion Week y en distintos desfiles europeos, donde irrumpieron como un gesto nostálgico y, a la vez, de vanguardia. Ahora, la tendencia desembarca en Argentina con fuerza: un calzado pensado para acompañar desde jeans amplios y vestidos midi hasta shorts, sastrería relajada o minifaldas.
Un cruce inesperado
El diseño de las Speedcat Ballet, de PUMA, combina la estética delicada de la bailarina con la potencia de las zapatillas inspiradas en la Fórmula 1. La punta estilizada, la tira elástica y la suela baja remiten a la feminidad clásica, pero su origen deportivo las vuelve versátiles y modernas.
Colores y estilo
Negro y blanco para las más minimalistas, rojo y blanco para quienes buscan contraste, rosa para un look romántico, charol negro para elevar la noche y plateado metálico para quienes quieren marcar tendencia. La clave está en cómo se llevan: con calcetines altos para un aire colegial, a pie descubierto para el verano o como acento inesperado en un look de oficina.
Cómodas como zapatillas, delicadas como ballerinas y con un guiño retro que las vuelve irresistibles: este híbrido se perfila como el calzado comodín del entretiempo. Ideal para pasar del día a la noche, de la oficina a una salida o de un viaje en subte a una cita.
Más que una moda pasajera, estas ballerinas-zapatillas condensan lo que buscamos hoy: comodidad sin perder estilo, practicidad con personalidad.
at redacción Marie Claire
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