Carolina de Mónaco desde su debut en la escena pública en los años 70, ha demostrado por medio de la moda una elegancia que trasciende generaciones siendo la hija de Grace Kelly, la princesa que logró unir lo mejor de Hollywood y la realeza europea.
LOS PRIMEROS AÑOS DE CAROLINA DE MÓNACO
La princesa de Hannover siempre supo absorber ese legado estético y crear un sello personal. En sus primeros años, su estilo se movía entre la bohemia aristocrática y el chic europeo, con vestidos fluidos, blusas con lazo y pantalones palazzo que marcaban una silueta sofisticada pero relajada.
EL MATRIMONIO DE CAROLINA DE MÓNACO
CAROLINA DE MÓNACO Y STEFANO CASIRAGHI
En su etapa más joven, Carolina de Mónaco logró convertirse en musa de importantes diseñadores como Karl Lagerfeld. Y durante los años 80 y 90, la royal consolidó su estatus como ícono de moda internacional y su vínculo con la casa francesa Chanel se volvió emblemático.
EL PLACARD DE CAROLINA DE MÓNACO
El placard de la princesa monegasca comenzó a reflejar una estética más estructurada, con trajes de tweed, sombreros elaborados y joyas discretas, pero con sus inconfundibles aros grandes artesanales, que mezclaban lujo silencioso con el toque bohemio de su juventud.
LA EVOLUCIÓN FASHION DE LAS PRINCESA DE HANNOVERN Y MÓNACO
A sus 68 años, sigue apostando looks clásicos y atemporales, colores neutros y piezas clave como sus pantalones wide, blazers, vestidos midi y accesorios con historia y demuestran la evolución fashion de Carolina de Mónaco.
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