Mendoza: los restaurantes que tenés que probar si hacés la ruta del vino

No quedan dudas que si sos fan del vino tenés que visitar la provincia de Mendoza. Las más de 800 bodegas activas (la  gran mayoría abiertas al enoturismo) convierten a esta provincia en una de las regiones vitivinícolas más interesantes, pujantes e importantes del mundo. Construcciones fastuosas y experiencias boutiques se conjugan con el singular paisaje de las vides y de fondo la imponente cordillera de los Andes.

Pero la ruta del vino está potenciada por una cantidad de opciones gastronómicas muy interesantes. Maridar es una experiencia única y Mendoza sabe hacerlo como pocas zonas en el país. Es por eso que visitamos diferentes restaurantes en Valle de Uco, Luján de Cuyo, Perdriel y aledaños con propuestas bien diferentes pero con cocina que vale la pena probar.

 

RAMOS GENERALES (BODEGA KAIKEN)

En pleno Luján de Cuyo se encuentra la Bodega Kaiken, detrás de ella en medio de los viñedos y con vista a la cordillera de los Andes se encuentra Ramos Generales, el restaurante del lugar comandado por el mismísimo Francis Mallmann. Un espacio al aire libre único con barra de tragos y, por supuesto, una enorme parrilla 360 grados. Mientras uno come puede disfrutar del paisaje y de todo lo que sucede alrededor de la cocina. 

Los fuegos, son por supuesto, su fuerte. Se puede elegir un menú de pasos o directamente comer a la carta con una opción estacional. Entre sus platos principales podemos encontrar ojo de bife con chimichurri, papa y calabaza al horno, repollo, zanahoria y albahaca, el sándwich de pollo en pan de manteca o los ñoquis a la plancha y por supuesto para terminar la velada se sorprenderán con los postres, entre los que protagonizan el panqueque a la plancha con dulce de leche o el ananá a la parrilla con frutos rojos, mascarpone y praliné.

Ramos Generales fue reconocido por la revista estadounidense Time como uno de los 100 restaurantes para visitar de su lista The World´s Greatest Places. El restó se encuentra a media hora de la capital mendocina. 

 

RUDA COCINA

En Gualtallary, dentro del complejo Tupungato Winelands, se emplaza este nuevo y encantador proyecto llamado Ruda cocina. Desde la entrada son dos kilómetros de ripio, pero de fácil acceso, hasta llegar a este espacio singular. Un restaurante a cielo abierto (aunque tiene un sector cubierto) al costado de una colina y con una vista más que espectacular a la cordillera de los Andes. El chef Gastón Trama (ex Anchoita) propone un menú disruptivo para la zona, pero delicioso. Por supuesto, está basado en los productos de estación y de los productores cercanos. 

La propuesta es de platos para compartir al centro con sabores diferentes e innovadores. Además cuenta con una cava a cargo de Camila Cerezo Pawlak (también ex Anchoita, entre otros) que conjuga vinos mendocinos y de otras regiones jóvenes de bodegas nuevas y consagradas. Entre sus platos (en su mayoría con poco contenido de carne) llaman la atención el chipá relleno de bondiola sobre pasta de palta (sin dudas, un hit de la carta) y el puré de coliflor con molleja y cebolla frita. 

La propuesta de esta pareja que pasó por Casa Yagüe y Chui es disfrutar de una rica comida de producto acompañado de un buen vino y quedarse por varias horas a disfrutar de la inmensidad del paisaje (sin dudas, la mejor vista del valle). Por este motivo, ubicaron camastros en un deck para pasar un rato con una copa y buena música de fondo. También se pueden hacer caminatas por el enorme predio.

 

LA VID (BODEGA NORTON)

En Perdriel se encuentra esta bodega centenaria que no sólo invita a disfrutar de sus propuestas de almuerzo, sino también a conocer a fondo sus instalaciones y sus plantaciones de vides. Este verano, además de su menú de 8 pasos con 6 maridajes en el restó La Vid ubicado en una terraza con vista a las montañas y a las uvas, propone otro tipo de actividades culinarias en su Summer Club. En el jardín de la bodega, un espacio tan amplio como relajado, hay food trucks que venden paninis, croissant y comida para disfrutar de un picnic al aire libre y una buena copa de espumante. Es ideal para pasar el día con chicos, ya que tiene juegos de mesa y mucho espacio y una posibilidad de andar en bicicleta por el medio de los viñedos.

 

DIAM´S (BODEGA DIAMANDES)

Sin dudas, esta es una de las bodegas más fastuosas de Mendoza. Un edificio moderno y único con una esplanada en la cual se ve de un lado toda la cordillera, y del otro, los viñedos (y las otras bodegas que forman parte del proyecto Clos de los Siete de Michel Rolland). Tras una visita por sus instalaciones es obligatorio reconfortarse con el menú de pasos de su restó Diam´s del chef Santiago Orozco (ganador de mejor restaurante de bodega de 2021). La idea del chef y de su menú de pasos es disfrutar de productos de la región, el cocinero está más que atento a generar una carta lo más sustentable posible y en concordancia con la  estación y el paisaje mendocino. El restaurante no es al aire libre, pero tiene grandes ventanales que permiten disfrutar del alrededor. Obviamente, los vinos de la bodega son la mejor compañía. 

 

BISTRÓ CHANDON

Esta cita es con maridaje de espumantes. Al lado de la casa de visita de la bodega se encuentra un pequeño reducto llamado Bistró, allí el chef Matías Gil Falcón sorprende con un interesante menú de pasos. Con técnicas de cocina molecular y presentaciones increíbles el cocinero prepara un menú de cuatro pasos muy elegante y sabroso. Cada paso está acompañado de algún espumoso de la bodega. Los postres son verdaderas obras de arte (y deliciosas, claro). También las bodegas ofrecen el servicio de picada en el parque o de picnic. 

 

Opciones más allá del menú de pasos...

-Casona Perdriel acaba de renovarse. Era la casa del primero gobernador de Mendoza y, si bien ya existía como restaurante, hoy acaba de aggionarse con la inclusión del chef Pablo Marigliano. Una opción gourmet cerca de la ciudad y en un casona antigua con una hermosa parra.

-Dux Fuegos se encuentra en Tupungato dentro de Casa Septem. Además de poder probar buenas carnes en el restaurante, tiene una opción muy buena de picnic con fiambres patagónicos, quesos, empanadas regionales y una copa de vino.

-Bodega La Azul, también en Tupungato, es sin dudas un spot imperdible. Una propuesta de comida criolla en una casa tan relajada como chic con vista a las montañas. El vino es libre y el menú va cambiando según la estación. Es recomendable reservar.

-Andeluna. Un menú bien desestructurado para disfrutar del sunset con una vista única a la cordillera de la zona de Tupungato. Por supuesto, vino para brindar y contemplar. 

-Terrazas de los Andes. La bodega antigua de Luján de Cuyo propone un menú de picadas en su parque frente a la planta de producción con copas de vino.