La historia del sándwich comienza en Inglaterra, en el siglo XVIII, con el conde John Montagu, IV conde de Sándwich. Según se cuenta, Montagu era un apasionado jugador de cartas y, para evitar abandonar su mesa de juego, pidió a sus sirvientes que le prepararan un bocadillo que pudiera comer con una sola mano. Así nació la idea de colocar carne entre dos rebanadas de pan. Aunque es probable que ya existieran formas similares de bocadillos en otras culturas, fue Montagu quien dio origen al nombre “sándwich”, que rápidamente se popularizó en la sociedad británica y luego en el mundo.
Expansión y evolución del sándwich
Lo que comenzó como una conveniencia para un noble inglés se expandió rápidamente. Durante la Revolución Industrial en Inglaterra, el sándwich se convirtió en un alimento práctico y portátil para los trabajadores que necesitaban comidas rápidas y energéticas. Con la llegada de la emigración europea a Estados Unidos, el sándwich continuó evolucionando: se diversificaron sus ingredientes y comenzaron a surgir las primeras recetas de sándwiches estadounidenses, como el icónico peanut butter and jelly.
El sándwich: Adaptación en cada cultura
La belleza del sándwich reside en su versatilidad. A lo largo del tiempo, cada cultura ha adaptado el concepto de dos piezas de pan con relleno a sus propios sabores e ingredientes tradicionales. En Argentina, por ejemplo, tenemos el famoso sándwich de miga, caracterizado por su suavidad y rellenos como jamón, queso, y huevo. En Francia, encontramos el elegante croque-monsieur, y en Italia, el clásico panino. En Vietnam, el bánh mì combina sabores franceses y vietnamitas en un solo bocado.
Cada variedad de sándwich refleja el contexto cultural y social de su lugar de origen. Sin importar el país o los ingredientes, el sándwich se ha convertido en una comida con identidad propia en cada rincón del planeta.
Cinco estrellas
El Pony Line Bar del hotel Four Seasons, no sólo es famoso por tener la mejor hamburguesa de Buenos Aires, sino que también por un sándwich que también da mucho que hablar: el clásico sándwich de milanesa pero reversionado y con el toque único de la cocina de este hotel. Esta alternativa tiene: milanesa de lomo Angus, pan ciabatta, tomate, lechuga, queso Lincoln, tomeya y mostaza de Dijon.
De pastelería
Esta pastelería de la chef patissier Daniela Tallarico (Tallarica) ofrece una creación dulce y salada, con ingredientes de temporada, llamada Open Face. Se trata de un sándwich preparado con una crujiente baguette, rellena con abundantes rodajas de stracciatella, aceite de oliva Zuccardi, duraznos asados con un poco de azúcar y manteca, jamón crudo y hojas de rúcula fresca. Además, lo acompañan con un pesto cítrico casero preparado con cáscara de limón, ajo, parmesano, mental, perejil, albahaca y castañas de cajú. Sugieren disfrutarlo con un refrescante tinto de verano.
Del Perú
Barra Chalaca, el proyecto de Gastón Acurio, ofrece sándwich de chicharrón de calamar con lechuga, ají tari, salsa criolla y salsa tártara. Se trata de rabas o tubos de calamar empanados en pan milonga, con salsa criolla elaborada con cebolla morada cortada en pluma, ají molido, cilantro, jugo de limón y sal, y salsa tártara (cebolla blanca, alcaparras picadas, mayonesa, huevo cocido picado, jugo de limón, salsa inglesa y ají picado).
NW style
Los amantes del pastrón pueden pasar por una opción diferente en los locales de Dandy Buenos Aires y sus sucursales en la ciudad para pedir el Hot Pastrami. Un sándwich de pastrón acompañado de pepinillos encurtidos y relish, en pan multisemilla.
at redacción Marie Claire
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