Friday 19 de December de 2025

BELLEZA | 03-10-2025 08:02

Por qué la belleza del futuro no será perfección, sino realismo

La industria de la moda y la belleza atraviesa una transformación cultural: los estereotipos de perfección van quedando atrás y las nuevas generaciones reclaman autenticidad, diversidad e inclusión real. El desafío de las marcas es construir narrativas que representen la pluralidad de cuerpos, identidades y edades, alejándose de los ideales inalcanzables del pasado.

Durante décadas, la industria de la moda y la belleza impuso un único ideal a seguir: mujeres blancas, rubias, jóvenes, sin arrugas, sin canas, heterosexuales. Esa representación aspiracional, lejana e inalcanzable para la mayoría, moldeó lo que “deberíamos” ser. Sin embargo, hoy la audiencia está reclamando otras imágenes: representaciones reales con las que pueda identificarse. Poco a poco la sociedad va quitándose los filtros, aunque el camino todavía no es fácil.

En los años 90, una época marcada por iconos como Britney Spears, Christina Aguilera y las “diosas del verano” en las tapas de las revistas, se definió un estándar que aún resuena: basta con mirar a las cantantes que hoy llenan estadios para notar cómo siguen siendo referentes de niñas y adolescentes.

 

Belleza del futuro

 

Pero además de las celebridades e influencers, son las marcas las que tienen un enorme poder cultural. La moda y la belleza no solo venden productos: construyen imaginarios sociales, establecen lo que “tendríamos” que seguir y lo que supuestamente “deberíamos cumplir”. En este sentido, una campaña puede ser disruptiva y abrir nuevas conversaciones o, por el contrario, reforzar estereotipos que arrastramos desde hace décadas.

Es cierto que se han dado pasos hacia una representación más real. La inclusión de cuerpos grandes y personas de color comienza a hacerse visible, aunque todavía grupos como las personas con discapacidad o los adultos mayores siguen quedando fuera de las narrativas. Son audiencias invisibilizadas con las que la industria está en deuda.

Lo interesante es que, aunque no lo parezca, los consumidores están cada vez más conscientes. Las nuevas generaciones valoran más la autenticidad y rechazan el “inclusivismo de marketing”, ese gesto oportunista de sumarse a una tendencia solo para ganar likes. Lo que buscan son marcas comprometidas, que sostengan sus mensajes de forma genuina. En el último IAB Now, se mencionó un dato revelador: el 79 % de las personas cambia sus decisiones de compra si percibe impacto social, y más del 60 % está dispuesto a pagar más por marcas responsables. La conclusión es clara: las marcas con propósito real pueden liderar un cambio cultural si apuestan por modelos más auténticos y representativos, dando lugar a audiencias históricamente desatendidas.

 

Belleza del futuro

 

Hoy se atraviesa un cambio fuerte. El estilo y la belleza del futuro no estarán definidos por la perfección, sino por la autenticidad. Las marcas tienen un rol fundamental: no pueden seguir comunicando desde estereotipos. Necesitan abrirse a la pluralidad de cuerpos, identidades, edades y capacidades. La verdadera innovación ya no pasa por inventar tendencias aspiracionales, sino por animarse a mostrar lo real.

 

Por Lucila Ceccarelli Sr. Marketing Analyst de Índigo Group

 

at redacción Marie Claire

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