Charlotte Masami, la perfumista detrás de la nueva fragancia de Kenzo: “Mi vida son las flores”

Hace 10 años trabajaba como diseñadora industrial en Londres. En un momento de su carrera comenzó a preguntarse de qué se trataba lo que hacía y qué impacto tenía en la sociedad. Renunció entonces de un día para el otro a su trabajo y en pocas semanas comenzó a trabajar en una granja biodinámica en Marruecos. Hoy, tiene su propio proyecto de flores en el medio de París, llamado Plen Air. Kenzo Parfums la conoció y no dudó en convocar para cocrear la nueva fragancia Flower by Kenzo La Recolte Parisienne.

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-¿Cuáles fueron los principales desafíos que enfrentaste al establecer tu granja de flores en París?
-¡Todo fue un desafío! Hace unos 8 años, lancé Plein Air, la primera huerta de flores en París. Estaba sola, con muy poca experiencia en agricultura, sin dinero, sin contactos y sin idea de cómo manejar un negocio. Fui muy ingenua, pero esa fe ciega en mi sueño de cultivar flores en el medio de una ciudad realmente me ayudó a hacerlo realidad.

-¿Podés describir tu filosofía de cultivo y cómo incorporás prácticas sostenibles en tu huerta?
-Trato de dejar la menor huella posible. Quiero vivir con respeto: obviamente, hacia las plantas, pero también hacia la tierra y todos los seres que viven en ella y sobre ella. Todas mis flores son orgánicas, trabajo principalmente a mano, vendo localmente y trato de poseer y usar lo mínimo indispensable de herramientas y suministros agrícolas. A menudo pienso que, si muriera hoy, la granja rápidamente se convertiría en un pequeño bosque, y había muy pocos restos de mi actividad. Es un pensamiento muy tranquilizador para mí.

-¿Cómo surgió la oportunidad de ser embajadora de Kenzo?
-Soy mitad francesa, mitad japonesa, nací en París y las flores son toda mi vida. ¿No es bastante en común con Kenzo? Más seriamente, hace unos tres años, comencé a suministrar flores para los eventos de la marca. Un día, el equipo de Kenzo Parfums me dijo que querían colaborar en un nuevo proyecto. ¡Poco sabía que esto implicaría convertirme en la embajadora de su icónica fragancia, Flower! Creo que nuestra colaboración es muy única: no se trata solo de fotos bonitas y glamour, Kenzo Parfums se acercó a mí con una fuerte voluntad de desarrollar un compromiso a largo plazo con mis proyectos agrícolas. Y claramente, su apoyo ha sido fundamental para el lanzamiento de mi segunda granja de flores orgánicas este año, Les Fleurs de Sonchamp.

-¿Cómo ha cambiado tu vida personal y tu bienestar emocional desde que te dedicaste a la floricultura?
-Creo que soy muy afortunada: puedo cumplir mis sueños, pasando todo mi tiempo bajo el sol, la lluvia, el viento, rodeada de plantas, haciendo trabajo físico. Llevo una vida muy simple, mis amigos bromean diciendo que vivo como una monja. A lo largo de las estaciones y del día, hago muchas tareas diferentes: algo de trabajo administrativo como cualquier dueño de negocio, pero también mucho de construcción, carpintería, marketing, entregas y, obviamente, sembrar, plantar, cuidar, cosechar. ¡El trabajo en la granja es interminable, muy cansador y muy gratificante!

Esta es la fragancia que promete convertirse en tu favorita

-¿Cómo fue el proceso de co-crear una fragancia?
-¡Fue muy interesante para alguien ajeno al mundo de las fragancias como yo! Una mañana de verano, la perfumista Dora Baghriche vino a la huerta, junto con un técnico de fragancias. Paseamos por el campo y olimos muchas flores que estaban en flor ese día, y elegimos los aromas más inusuales e interesantes en vivo. Luego, el técnico capturó los aromas, pero dejó mis flores intactas. Esto era muy importante para mí, ya que una de las flores que elegimos ese día, Dianthus superbus, es una especie de planta protegida. Esta técnica de absorción de aromas no invasiva, llamada Nature Print, es una manera maravillosa de encapsular la fragancia de una planta sin tener que procesar y, por lo tanto, destruir toneladas de material vegetal. Una hermosa manera de dejar una huella más ligera.