Las canas no solo representan un cambio en la pigmentación del pelo, sino también una variación en su estructura, haciéndolo más poroso y propenso a daños ambientales. El sol, tanto en invierno como en verano, puede alterar su tono y textura, causando desde un aspecto amarillento hasta mayor fragilidad. Por eso, protegerlas es clave para mantener su brillo y suavidad.
CUIDADO DE CANAS EN INVIERNO Y EN VERANO
En verano, la exposición prolongada a los rayos UV puede oxidar las canas y hacer que pierdan su tono plateado natural. Usar protectores capilares con filtro UV y sombreros de ala ancha es fundamental para reducir el impacto del sol. Además, incorporar mascarillas hidratantes con ingredientes como aceite de argán y keratina ayuda a mantenerlas nutridas y resistentes.
VITAMINAS DENTRO Y FUERA
Durante el invierno, aunque el sol es menos intenso, la combinación de bajas temperaturas y radiación solar puede resecar el pelo. Optar por shampoo con propiedades antioxidantes y mantener una hidratación profunda es clave para evitar la opacidad. Los sérums a base de vitamina E y proteínas fortalecen la fibra capilar, asegurando un aspecto suave y saludable.
Independientemente de la estación, mantener una rutina de lavado con productos especializados para pelo blanco o gris ayuda a evitar reflejos indeseados. Alternar el uso de tónicos violetas para neutralizar el amarilleo y elegir fórmulas libres de sulfatos garantiza una protección constante, preservando la elegancia natural de las canas.
Cuidar las canas del sol no es solo una cuestión estética, sino también de salud del cuero cabelludo y el pelo. Con los productos adecuados y un enfoque preventivo, es posible disfrutar de unas canas luminosas y fuertes durante todo el año.
Accedé a los beneficios para suscriptores
- Contenidos exclusivos
- Sorteos
- Descuentos en publicaciones
- Participación en los eventos organizados por Editorial Perfil.
Comentarios