Hace un tiempo que Belén Ortega conoció la experiencia de los baños de sonido. Comenzó, por supuesto, a practicarlos de manera presencial, pero debido a la pandemia tuvo que adaptarse y proponer los encuentros vía streaming. Hablamos con ella para que nos cuente para qué sirven y porqué son una herramienta perfecta para relajarse en momentos bien turbulentos como este.
-¿Cuáles son los beneficios de los baños de sonido?
-Lo primero que sentís después de un baño de sonido es relax y que tu mente está super despejada. Son sonidos binaurales, que ralentizan las ondas del cerebro. Estimulan las ondas alfa y theta (que están relacionadas con estado de relajación y calma) por eso ayudan a liberar la ansiedad y la tensión. Y ahora, en tiempos de pandemia, otra de las características que más resaltan, quienes la toman, es que mejora la calidad del sueño.
-¿Cómo descubriste esta técnica y por qué tiene cada vez más aceptación?
-Los conocí hace 5 años en Tulúm. Fui a vivir una experiencia de bienestar (como tantas otras que hay ahí). Yo trabajaba como periodista de wellness y estaba al tanto de las últimas tendencias, pero como hacía más de 20 años que meditaba antes de entrar lo subestimé un poco. Pensé: "¿qué puede hacer esto que ya no haga la meditación?". Al salir no podía creer el estado mental en el que estaba. Fue una hora sólo de sonidos y la sensación que sentí fue como que me habían absorbido el cansancio físico y mental. Así que pensé: "yo quiero llevar esto a la Argentina". Y a partir de ahí empezó mi viaje para tomar clases con instructores de diferentes partes del mundo.
Creo que el éxito, tiene que ver con que es ideal para hombres y mujeres que nunca pudieron hacer ni yoga ni meditación. Son esas personas que lo intentaron varias veces pero cuando empiezan a hacerlo la cabeza no les para (piensan en qué mail tienen que mandar a la hora siguiente hasta en el whatsapp que les quedó sin contestar) para esas personas son ideales porque los sonidos relajan a las mentes más inquietas.
-¿Cómo y cuándo se recomienda practicarlos?
-Lo ideal es hacerlos una vez a la semana. Para que el efecto se maximice y ese estado de relax y de calma que se logra después del baño sonoro se extienda en tu día a día. Hay otras personas que los toman una vez al mes, y en ese caso es como hacerse un masaje sonoro para equilibrar mente, cuerpo y emociones. Ahora se hacen vía streaming y diseñé "noches de bienestar" para tomar sesiones grupales y un programa de membresía. Se toman desde el hogar y solamente se requiere estar en un lugar tranquilo (para no ser interrumpido) y tener auriculares.
-¿Cómo podrías describir la experiencia de tomar baños de sonido?
-Sumamente placentera. Es un viaje sensorial que te transporta a la naturaleza. A tu paisaje favorito. Hay momentos donde el sonido es más suave y otros en los que es más intenso, como cuando estás en el mar. O escuchas la lluvia y el viento en el medio de la selva. Uso cuencos de cuarzo, tibetanos, gong, sonidos de la naturaleza, diapasones, handpan, Twinning fork. elementos mayas y diferentes campanas para equilibrar: mente, cuerpo y emociones. Durante esa hora que dura el baño, te olvidas de todo, te transportas a tu lugar favorito y volvés relajado y despejado.
- ¿Se acercó más gente en pandemia para encontrar bienestar?
-¡¡¡Sí, muchísimo más!!! Tiene que ver con que todo el mundo está buscando herramientas para sentirse bien. Incluso muchas empresas lo están empezando a implementar para sus empleados (que se sienten abrumados por el home office) para potenciar la creatividad. Cuando la mente está despejada está más estimulada para abrirse al cambio y a generar nuevas ideas.
at Redacción Marie Claire
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