Friday 26 de April de 2024

SOCIEDAD | 24-08-2020 15:39

Se abre el debate sobre el lenguaje inclusivo y el feminismo

La escritora Cecilia Solá escribió una extensa carta en respuesta a la soldado que cuestiona al lenguaje inclusivo.

En los últimos días, una "fake news" sostenía que se incorporaría el lenguaje inclusivo en las canciones militares, motivo por el cual la militar Lucía Zordán Herrera salió de forma pública a dar su postura en la que no estaba de a cuerdo con esto. En ese sentido, la escritora, docente y activista del Ni Una MenosCecilia Solá le respondió de forma contundente con una carta abierta.

"Me cansé de que se quejen de que por ser mujeres no tienen derechos. Los tenemos, pero no tenemos el derecho a cambiar la historia por el solo hecho de que una marcha tiene nombre de varón", había dicho Zordán Herrera.

Se abre el debate sobre el lenguaje inclusivo y el feminismo

Cabe destacar que desde el Ministerio de Defensa aclararon que es “absolutamente falso” que se esté pensando en la posibilidad de utilizar "lenguaje no sexista" para las marchas militares.

“Mi nombre es Lucía Zordán Herrera, soy soldado de primera, sí, soldado, ni soldada ni soldade, soldado. En el año 2016, el Ejército Argentino me abrió la posibilidad de esta gran familia, en la que hay hombres y mujeres como en cualquier otra. Amo tanto lo que hice y hago, no solamente somos soldados para un desfile un día patrio, somos soldados todos los días del año, con aciertos y errores. Estoy orgullosa de pertenecer a tan majestuosa institución, no me da vergüenza decirlo”, enfatizó la oriunda de Salta. 

Tras estas declaraciones, Cecilia Solá escribió una carta abierta en la que remarcó que el ingreso de las mujeres a las Fuerzas Armadas se produjo gracias al feminismo.

Estimada Lucía Usted se define soldado. Ni soldada, ni soldade. Y está usted en todo su derecho. Ese derecho, estimada...

Posted by Cecilia Solá on Sunday, August 23, 2020

El texto completo de Cecilia Solá

Estimada Lucía

Usted se define soldado. Ni soldada, ni soldade.

Y está usted en todo su derecho.

Ese derecho, estimada Lucía, se lo dio el feminismo. Seguramente no ignora que, hasta 1995, las mujeres no podíamos ser soldados, ni soldadas, ni soldades, y la presencia femenina en el Ejército, ese Ejército que usted ama, estaba restringida al área de servicios.

Usted dice que nadie sabe lo que es estar en una guerra. Se equivoca, estimada Lucía. Las mujeres e identidades femeninas sí lo sabemos. Venimos librando una guerra sangrienta contra un sistema llamado patriarcado, que nos mata cada 26 horas, y cuyo brazo ejecutor son, mayoritariamente, los hombres que dicen amarnos. Imagínese, Lucía, cuantas de nosotras dormimos noche a noche con el enemigo, sin saber si despertaremos.

Dice usted, Lucia, que tuvo suerte, y yo me permito disentir. Usted no tuvo suerte, usted está disfrutando del derecho de ejercer la profesión que le gusta, y ese derecho no es mérito suyo, sino de las feministas que, en el 2013 lograron la resolución 114, que permite mujeres en la Infantería y en la Caballería, espacios que estaban vedados, aunque desde el 97 las mujeres podíamos incorporarnos a las escuelas de formación de oficiales y suboficiales en las amas de Apoyo de Combate y Apoyo de Fuego.

Se abre el debate sobre el lenguaje inclusivo y el feminismo

Sin las feministas, soldado Lucia, a usted jamás le hubieran permitido tirar con un cañón.

¿Está cansada de escuchar que las mujeres nos quejamos de no tener derechos, soldado Lucía? Imagínese como estamos de cansadas nosotras de que nos maten a media cuadra de la comisaría, de que nos viole un tío, un padrastro, un jefe, un desconocido, de que trabajar, en cualquier ámbito de los considerados » de hombres» nos cueste a menudo un precio terriblemente alto.

Y si no pregúnteles a las veteranas de Malvinas, que vienen denunciando violación en todos los lugares en que pueden alzar la voz, a su camarada, la mujer que denunció haber sido violada por sus propios compañeros de batallón, en Bahía Blanca, otra en Santa Fe, y hay más, incluso las hay que aún no han podido hablar, ni siquiera en inclusivo.

Se abre el debate sobre el lenguaje inclusivo y el feminismo

¿Hasta dónde llegaremos, se pregunta usted, estimada Lucía? Hasta donde sea necesario, para que dejen de violarnos. de secuestrarnos, de asesinarnos. Hasta quemar el cielo, si es preciso, por vivir.

Y, otra vez, me permito disentir con usted, que dice que las mujeres no tenemos derecho a cambiar la historia. Se equivoca, estimada soldado Lucia. Usted, tan feliz de hacer lo que hace, es la prueba de que ya la hemos cambiado, y seguiremos haciéndolo».

at Redacción Marie Claire

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