Hace largo tiempo que los ex duques de Sussex abandonaron la Casa real británica, cruzaron el Atlántico y se instalaron en Los Ángeles con su hijo Archie. Desde ese entonces Harry y Meghan vivieron en una mansión alquilada en el barrio de Beverly Hills bien amurallada para evitar los paparazzi. En el barrio tienen vecinos muy famosos como Ashton Kutcher y la mismísima Adele, compañera de yoga de la cuñada de Kate Middleton.
Pero finalmente, y como señal de que los royals se quedarán por largo tiempo en la ciudad estadounidense, adquirieron una mansión valuada en 15 millones de dólares. Esta vez eligieron la localidad de Montecitos en California. El nuevo hogar de los Sussex tiene 9 habitaciones, pileta, cancha de tenis, cine, gimnasio y una casa para huéspedes. Además, un agente inmobiliario reveló que la mansión tiene una biblioteca, un spa con sauna seco y húmedo y garage para cinco autos. Los jardines arbolados también son parte por supuesto de la casa en la que Meghan y Harry criarán al pequeño Archie.
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En este barrio, ya más alejado de Los Ángeles, también tienen vecinos top con la mismísima Oprah Winfrey, Ellen Degeneres y Drew Barrymore. Esperemos que Meghan haga buenas migas con algunas de sus vecinas como lo hizo con Adele en este último tiempo. La mansión está, por supuesto, bien escondida para evitar los paparazzi y llevar una vida muy tranquila lejos de los flashes. Esa fue la idea de basa también al abandonar la casa real británica.
at Redacción Marie Claire
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