Por tercer mes consecutivo en Ucrania se está desarrollando una guerra iniciada por la Federación Rusa. Durante estos tres meses los ucranianos experimentamos una ansiedad y un horror constantes causados por las acciones cometidas por los rashistas en el territorio de las ciudades y pueblos ucranianos ocupados. Muchas mujeres sufrieron violencia. Ahora todas las ucranianas somos hermanas y cualquier apoyo es importante para vivir lo que nos está ocurriendo alrededor nuestro. La violencia sexual es un arma vergonzosa de los ocupantes rusos.
El cinismo y la mezquindad de los soldados no tiene límites. Por eso, hablamos con mujeres autorizadas de diversos espacios y averiguamos por qué los ocupantes utilizan la violencia sexual como método de guerra; cómo puede vivir una mujer que ha sufrido violencia en la guerra y cuál debe ser la primera asistencia médica y psicológica tras la violencia sexual en este contexto hostil.
“La violación es el arma masiva de los soldados rusos. Violan a niñas, mujeres, hombres, niños y ancianos. Según las víctimas, la violencia sexual es cometida por jóvenes soldados rusos de entre 20 y 25 años. Esto lo notan por cómo se expresan y por los temas que charlan entre ellos. Suelen llevar la cara completamente cubierta con una máscara”, cuenta Nataliia Leliukh.
A partir de esta semana se ofrece asistencia psicológica gratuita a las víctimas las 24 horas del día. “Ya hemos recibido más de 32 mil llamadas. Es decir, una media de 600 ciudadanos se dirigen a nosotros cada día. Se trata de las víctimas de violaciones y de las personas de su entorno más cercano. Suelen sufrir el síndrome del superviviente. Muchas sienten malestar, ansiedad e incluso autodesprecio por no haber sido capaces de evitar la violencia, de proteger a un niño de un violador”, dice Liudmyla Denisova, Comisaria de Derechos Humanos de
Ucrania, quien agrega: “Los agentes de la ley ucraniana procesan todos los delitos registrados. Establecen qué unidad militar estaba estacionada en el asentamiento, la identidad del comandante que dio órdenes en esa unidad y la identidad de cada soldado. Los oficiales ucranianos trabajan junto con expertos forenses, que identifican a los violadores basándose en los materiales recogidos”.
“Obtuvimos información sobre esa parte de los delitos cometidos en la región de Kiev. El número de víctimas y los detalles se actualizan diariamente. Pero hay territorios que siguen sin ser controlados por Ucrania, territorios en los que se están produciendo hostilidades activas y estas zonas también están repletas de ocupantes. Es terrible imaginar lo que está ocurriendo en Mariupol, Izyum, Kherson y otras localidades. No es un hecho que podamos obtener estadísticas oficiales precisas sobre el número de víctimas en la guerra entre Rusia y Ucrania. Los ocupantes ya están tratando de ocultar las huellas de sus atrocidades: los cuerpos de los civiles violados y luego asesinados son quemados, enterrados en fosas comunes”, detalla Alona Kryvuliak, Directora del Departamento de Líneas Nacionales de Ayuda y Asistencia Social de la Organización Pública La Strada-Ucrania.
Para las niñas y mujeres que han sufrido violencia sexual por parte de los ocupantes se les ofrece una psicoterapeuta, especialista en el tratamiento de casos de violencia y en la prestación de asistencia a las víctimas.
“La violación durante los ataques se produce de forma indiscriminada, porque todos la sufren: mujeres, hombres, niños, ancianos. El soldado-violador “enciende” la reactividad, el deseo de humillación y la sensación de su propia impunidad. Es importante entender que en este momento hay que pensar en salvar la propia vida y la salud”, dice Nataliia Pashko, psicóloga.
Dos ginecólogas-obstetras, Nataliia Leliukh y Svitlana Lezhnenko, informaron sobre los abortos y su impacto en la salud de las mujeres en el futuro. Un caso se hizo público y fue de una chica violada que no recurrió a un aborto. Sobre este tema la comisaria de DDHH cuenta: “La decisión se tomó a raíz de la conclusión de los médicos de que el aborto a esta edad puede tener un efecto negativo en la salud reproductiva de la niña. Y es un derecho de los padres cuidar de su hija y de su futuro”. Para culminar la especialista cuenta que hubo un caso de una mujer de 30 años que decidió interrumpir su embarazo, pero se fue a Polonia, en donde está prohibido.
“Para nosotros es crucial que se adopte una resolución importante, que incluya el derecho de una mujer (que ha sufrido una violación durante la guerra en Ucrania) a abortar, a pesar de la legislación nacional de cada país. Después de la guerra vamos a enfrentarnos a numerosos casos en los que las adolescentes, que van a tener hijos de violadores, decidirán quedarse con ellos. Esto se debe a que no todas están dispuestas a arriesgarse a abortar. Por eso este tema es urgente hoy en día”, afirma.
at Marie Claire Ucrania
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