“A diferencia de Buenos Aires, Broadway no puede abrir sus teatros, no le dan los números”

Netflix, HBO, Amazon, Disney y las diversas cadenas de televisión norteamericanas son algunos de los clientes habituales de Backstage, una de las principales y más grandes castineras del país del norte que fue fundada allá por los comienzos de la década 1960.

Tras muchos intentos, según ella misma revela, la argentina Valentina Berger logró a través de su compañía, la ya reconocida academia Go Broadway, que Backstage se abra al mercado latino. ¿Qué significa esto? Mayor cantidad de oportunidades para las y los artistas argentinos, en principio, accediendo a búsquedas laborales en mercados angloparlantes y, en una segunda instancia, a mercados de la región.

Durante los primeros 6 meses la página estará bonificada (sin costo) y se focalizará en recibir cada perfil, con sus reseñas, habilidades y materiales como fotos, videos, reels, etc. A partir de ahí, cada usuario tendrá inmediato acceso a castings y audiciones en Estados Unidos, Reino Unido y Australia (territorios donde hoy en día opera Backstage). A partir del sexto mes, y a medida que se reabra la industria del teatro, tv y cine, la filial comenzará a trabajar con productoras locales de cada país para ofrecer también audiciones locales a sus miembros.

-En primer lugar, ¿cómo llegamos a esta noticia? Contanos si podés el “backstage” (justamente), del desembarco de Backstage en el país y toda la región…

-Hace varios años que tenía ganas de traer una plataforma así porque vengo notando la necesidad de tener todos los castings y audiciones en un mismo lugar. Después de insistirle mucho a los directivos de Bakctsage para que traduzcan la plataforma y la localicen para cada país de Latinoamérica, finalmente accedieron.

Creo que la pandemia nos enseñó un poco a ver las cosas desde otro punto de vista, entre ellas la posibilidad de hacer proyectos a distancia. Ahora, gracias a Backstage, artistas argentinos pueden acceder a oportunidades de trabajo en varios países.

-¿Qué te decían los responsables de la plataforma a la hora de plantearles esta alternativa?

-Me tomó varias reuniones y mucha investigación y data que es lo que más les interesa a los americanos a la hora de evaluar la opción de abrir en otros mercados. Les expliqué que sin demasiada inversión (toda la comunicación ha sido de boca en boca hasta ahora), podía abrir puertas a artistas hispanohablantes. Entrevistaron a muchos productores, directores, directores de casting y artistas para entender el mercado y adaptar la herramienta al territorio y finalmente accedieron.

-¿Dirías que está creciendo la cantidad de actrices y actores argentinos que buscan ingresar a un mercado como el norteamericano? ¿Podrías especificar alguna cifra o porcentaje?

-Si, por supuesto, creo que siempre existe el sueño de llegar a Broadway o a Hollywood o inclusive hacer trabajos más chicos en el exterior y cobrar en dólares. De los alumnos que pasaron por GO Broadway, 48 han estudiado carreras universitarias en New York tras terminar el programa de 2 semanas. Yo siempre digo que es bueno tener experiencias fuera del país para aprender cómo se hacen las cosas en otro lugar, más allá de la cantidad de tiempo que duren, es importante hacer cualquier experiencia valer. Backstage tiene una sección que se llama “at home” (desde casa) y esta permite acceder a oportunidades de trabajo en el exterior desde casa.

-Cualquiera diría que es casi “imposible” entrar a esas dos usinas que nombraste, Broadway y Hollywood, en principio por la cantidad de aspirantes a lo mismo. ¿Es tan así?

-Creo que todo es posible, pero hay dos factores muy importantes: la preparación y la suerte y a veces estas dos cosas no se dan al mismo tiempo. Es verdad que hay muchas producciones en Estados Unidos, pero también hay más actores compitiendo.

Tengo amigos que han estado en 4 o 5 obras de Broadway y a veces les cuesta conseguir trabajos. También conozco muchos artistas que tuvieron la suerte de estar en el momento indicado en el lugar indicado y las cosas se les dieron, pero realmente estaban preparados y entrenados.  

-Cómo describirías desde tu visión y experiencia la situación actual de la actividad artística en Nueva York?

-Broadway es una industria que la temporada pasada generó 14.7 billones de dólares y que tiene una influencia directa sobre muchos otros sectores de la ciudad (restaurantes, hoteles, locales, etc.). Las pérdidas por el cierre de Broadway se sienten en todos los niveles, no hay ningún sector al que no le afecte.

En marzo, cuando Broadway cerró, había 31 obras en cartelera, 8 en previews 8 en ensayos. Es el cierre más largo de las historia y a diferencia de Buenos Airtes, Broadway no puede abrir sus teatros por muchas razones.

Primero que nada, porque simplemente no dan los números: Broadway no puede funcionar a menos de 70% de capacidad porque de esa manera no puede sostener el costo de una producción. 

Además, el 16% de los espectadores es mayor de 65 años, y esa cifra toma en cuenta el público internacional. Sin ellos, el porcentaje es mayor aún. Otro tema muy ligado a esto: el 65% de las ventas de tickets en 2019 fueron de turistas internacionales y las fronteras se encuentran cerradas para turistas internacionales. 

Por último, varios teatros en Broadway tienen más de 100 años, son butacas muy pegadas, pasillos angostos, baños chicos. Sería muy difícil mantener distancia en esos espacios. 

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 -¿Cómo se vive allá esa certeza y que la reapertura se vislumbre, y con suerte, recién para mayo/junio de 2021?

-Acá hay una frase que todos repiten: fuimos los primeros en cerrar y seremos los últimos en abrir. Esto nos permite aprender de otras industrias, ver qué funciona y qué no.

Creo que los eventos en vivo nunca van a reemplazar la experiencia en el teatro o en la clase, pero, usada adecuadamente, la tecnología puede acompañar los procesos de producción y formación artística, sobretodo llegando a públicos y estudiantes nuevos a los que antes no se tenía alcance.

Broadway va a tardar en volver a la normalidad, sobretodo hasta que el público se sienta seguro en un teatro nuevamente. La vacuna, claro, ayudaría muchísimo en ese proceso. 

-¿Te imaginás esa nueva normalidad de alguna forma en especial?

-Supongo que habrá varios cambios, no todas las obras van a poder volver y las temáticas de las obras nuevas imagino que van a ser más felices y más positivas, que es lo que el público va a necesitar después de un año así.

El personal que trabaja en Broadway también va a cambiar ya que muchos de los que trabajan en Broadway han tenido que irse de Manhattan y muchos no podrán volver.

Es una situación triste, pero creo que es bueno dar lugar a que nuevos talentos entren en la industria. Broadway es un pañuelo, siempre somos los mismos trabajando en todas las obras. Creo que los productores van a invertir en filmar sus obras mejor también y le van a perder un poco el miedo al streaming.

-¿El streaming es la única salida para los actores hoy?

-Los artistas están haciendo de todo, tomando clases, dando clases, haciendo publicidad, doblaje, modelaje… Muchos se están animando a producir sus propios espectáculos y otros se están reconvirtiendo y reinventando, al menos durante un tiempo.

Muchos actores de Broadway, por ejemplo, se pusieron a trabajar en Real Estate y ventas. Estamos todos buscándole la vuelta, redireccionado el GPS, aprendiendo y lidiando con una situación de la que seguramente saldremos muy cambiados.-