Mientras el mundo mira al Este de Europa con preocupación por el conflicto entre Rusia y Ucrania, Olena Zelenska se ha ubicado en el primer plano de la actualidad mundial. La esposa de Volodimir Zelenski es arquitecta y guionista cinematográfica; y desde que se convirtió en la primera dama de Ucrania, realizó numerosas labores humanitarias. En 2019, fue incluida como la 30º entre los 100 ucranianos más influyentes según la revista Focus.
Al igual que Volodimir Zelenski, Olena Zelenska nació en Kyyvyi Rih, la octava ciudad más poblada del territorio ucraniano. Si bien fueron a la misma escuela, se conocieron cuando ella estudiaba en la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Nacional de Krivói Rog. Luego de ocho años de relación, la pareja contrajo matrimonio el 6 de septiembre de 2003. Casi un año después, nació su primera hija Aleksandra, y en 2013 recibieron a su segundo hijo Kiril.
Zelenska se graduó en arquitectura, y se especializó en la escritura de guiones. Trabajó como guionista en una compañía televisiva pública, mientras su esposo se consagró como comediante y director al estrenar su sátira política que lo llevó a la presidencia en 2019.
Aunque en un principio Olena se negó a participar en la campaña electoral de Volodimir, sí lo acompañó en la jura como presidente de Ucrania. Zelenski y Zelenska forman una de las parejas más unidas e influyentes de los países de Europa del Este. La primera dama de Ucrania siempre mantuvo un bajo perfil, y captó la atención de los ucranianos hacia temas sociales importantes.
La esposa de Volodimir Zelenski, se centró en apoyar campañas por la salud mental, contra la violencia doméstica y especialmente por la alimentación saludable en niños (junto a Unicef logró la reforma del menú escolar en las escuelas ucranianas).
La primera dama de Ucrania es considerada un ícono de estilo, por lo que fue convocada para aparecer en la portada de Vogue de Ucrania, al participar en un foro de la ONU sobre la ropa sostenible. Con más de dos millones de seguidores en redes sociales, logró convertirse en una influencer.
“Tan pronto como me convertí en la primera dama de Ucrania, me di cuenta del papel que podía desempeñar apoyando causas humanitarias y sociales que ya me habían inspirado a lo largo de mi carrera. Llevo toda mi vida viviendo en este país y entiendo cuántos problemas tenemos. Pero si me aferro a todo, no funcionará, así que nuestro equipo decidió centrarse en tareas específicas: la salud de los niños, la igualdad de oportunidades para todos los ucranianos y la diplomacia cultural” expresó Olena en una entrevista con The Diplomatic Courier.
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