Thursday 18 de December de 2025

PERSONAJES | 14-11-2025 12:31

Lina Anllo del Women Economic Forum Argentina: “El liderazgo no es sinónimo de perfección, sino de coherencia”

Lina Anllo dirige el Women Economic Forum Argentina, una red global que impulsa el liderazgo femenino y la equidad económica. Aquí, reflexiona sobre los desafíos que aún persisten y el poder transformador de las redes entre mujeres.

Abogada especializada en Derecho Penal y referente en ética y transparencia, Lina Anllo dirige el Women Economic Forum (WEF) Argentina, la versión local de una red global con presencia en más de 50 países que promueve el empoderamiento económico y el liderazgo de las mujeres. Desde 2020, lleva adelante este espacio de diálogo, inspiración y negocios con una mirada federal y transformadora. En su quinta edición, realizada en Buenos Aires del 18 al 21 de octubre, el WEF Argentina reunió a empresarias, funcionarias, académicas y creadoras de todo el país bajo un lema claro: “Argentina en movimiento. Súbite al movimiento.” 

-¿Cómo observás la evolución del papel económico de la mujer en los últimos años? ¿Qué hitos considerás claves en este proceso de transformación?

-Las mujeres representamos el 51% de la población y somos un motor central de la economía. No solo desde la conducción de empresas o pymes, sino también a través de las tareas de cuidado, que sostienen silenciosamente el sistema productivo y el PBI de los países. Durante la pandemia esto quedó en evidencia: mientras el mundo se detenía, las tareas de cuidado continuaban y el 80% de ellas estaban a cargo de mujeres. Uno de los grandes desafíos sigue siendo el acceso al financiamiento. Aún hoy, los créditos o apoyos para emprendimientos liderados por mujeres son escasos o no contemplan una perspectiva de género. Necesitamos instrumentos financieros que comprendan las realidades femeninas.

-¿Qué significa hoy para una mujer “romper el techo de cristal”? 

-Romper el techo de cristal sigue siendo un desafío vigente. Implica animarse a ocupar lugares históricamente reservados a los varones, a pesar de las estructuras que aún reproducen desigualdades. Pero también significa vencer barreras internas, como el síndrome del impostor: esa voz que nos dice que no estamos listas, que no somos suficientes o que no podremos conciliar la vida laboral con lo personal. Si tengo que pensar en mujeres que lograron romperlo, pienso en líderes empresarias, académicas o políticas que hoy ocupan lugares de decisión. Y si pienso cómo lo lograron, todas comparten un denominador común: construyeron redes, se formaron y se animaron a desafiar mandatos culturales. La fortaleza colectiva es el verdadero punto de inflexión.

-¿Cuál es la situación actual de las mujeres en puestos de toma de decisión en Argentina y la región? 

-Si miramos los datos, durante años la participación femenina en espacios de decisión rondó entre el 8% y el 10%. Gracias a políticas públicas sostenidas, hoy estamos entre el 18% y el 20%. Sin embargo, en los últimos años hubo un retroceso: hay menos mujeres en directorios, tanto públicos como privados, y también menos intendentas al frente de gobiernos locales.

Las barreras persisten: culturales, estructurales y económicas. La falta de conciliación entre trabajo y vida personal sigue siendo un gran obstáculo, sobre todo para quienes tienen hijos pequeños. Y cuando el Estado se retrae, esa conciliación se vuelve casi imposible.

-En tu experiencia, ¿cómo se articula la vida personal con la responsabilidad de representar a tantas mujeres que buscan equidad y liderazgo?

-La conciliación es un desafío diario. Las mujeres solemos cargarnos múltiples roles y, en contextos de alta demanda, esa tensión se siente. Personalmente, intento vivirlo desde un lugar consciente: entendiendo que no se trata de hacer todo, sino de hacerlo con sentido. Representar a otras mujeres implica también cuidarse una misma, reconocer los límites y aceptar que el liderazgo no es sinónimo de perfección, sino de coherencia.

-¿Qué buscás impulsar desde tu rol como presidenta de la Asociación Global Equidad e Integridad y directora del WEF Argentina

-Nuestro objetivo principal es que cada vez más mujeres ocupen espacios de decisión y que esos lugares se transformen en puntos de encuentro y colaboración real. Desde AJEI trabajamos con una mirada federal: realizamos foros regionales en Misiones, Mendoza, Córdoba y próximamente en Neuquén, donde participan delegaciones de todas las provincias. En cada foro destacamos las economías regionales (la yerba mate, el vino, la tecnología, el agro) y visibilizamos a las mujeres que lideran esos sectores. Además, este año impulsamos la red R-HIT (Red de Gobiernos Íntegros y Transparentes), una iniciativa que promueve la adhesión de intendentes e intendentas de todo el país a políticas activas de transparencia y buen gobierno.

-¿Cómo ves el futuro del liderazgo femenino en América Latina?

-Sí, absolutamente. Hay una generación de mujeres que ya no pide permiso. Que no negocia su espacio porque entiende que se lo ganó. Son líderes más conscientes, colaborativas y con un enfoque más humano del poder. El futuro del liderazgo femenino está en la unión y en la creación de redes. No hay crecimiento individual sin crecimiento colectivo. Las mujeres que lideran hoy lo hacen con propósito y con empatía, y eso está cambiando las dinámicas del poder en la región.

at Federico Velenski

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