La transformación del estilo de la Reina Letizia ha sido motivo de especulación en los círculos de la moda. ¿Está ella realizando una evolución gradual pero constante en su guardarropa?
Todo indicaría que la monarca está dando un paso seguro a looks mucho más confortables y cómodos. Es decir, se estaría convirtiendo en una royal "comfy".
La reina "comfy" de España
Es que en sus últimas apariciones públicas, Letizia Ortiz ha optado por dar breves guiños a esta tendencia. Atrás quedaron sus stilettos mega altos de taco aguja, aunque aún no se anima a dar el salto de fe a las zapatillas, como por ejemplo lo ha hecho su colega, Kate Middleton.
Durante la reunión del patronato de FAD Juventud en la sede de Caixabank, en el Paseo de la Castellana de Madrid, el atuendo que lució la Reina ofreció claros visos de este cambio de rumbo en su armario.
En esta oportunidad, Doña Letizia sorprendió al llevar un abrigo, desafiando así su aparente aversión previa hacia esta prenda. El diseño negro y cruzado de Carolina Herrera, con toques navy gracias a sus botones plateados, brindó un aire elegante. La longitud del abrigo justo por debajo de la rodilla permitía entrever sutilmente la falda mientras caminaba.
Pero más allá del abrigo, otros detalles apuntan a una transformación en los estilismos de la Reina. Al quitarse el abrigo, reveló una falda blanca de Adolfo Domínguez que combinó con una camisa negra satinada de Sandro, un cinturón ancho de inspiración setentera y zapatos también en negro, manteniendo su característico tacón 'sensato' de menos de 5 centímetros de altura, esta vez de la marca PINKCHIC guagua.
El look se complementó con un estilo beauty sencillo: una melena suelta y lisa con ligeras ondulaciones en las puntas y un maquillaje discreto que resaltaba la naturalidad. La elección de pendientes, unos aros de oro blanco con perlas a juego con la falda, agregaron un toque de elegancia sin exageraciones.
Comodidad y relax por sobre todo
En síntesis, se trata de un atuendo cómodo y funcional, distante del aspecto "working" pero sin llegar al extremo de la formalidad nocturna o de gala. Es una amalgama equilibrada entre el traje de chaqueta propio del ámbito laboral y los atuendos de alta gala reservados para ocasiones específicas.
Este cambio refleja una preferencia por la comodidad y la versatilidad en lugar de seguir un patrón rígido. Letizia opta por prendas que no generen excesivo revuelo, manteniendo un equilibrio entre lo formal y lo relajado.
Reserva sus atuendos más llamativos y tacones para eventos de mayor protocolo, como las cenas de alto nivel, donde deslumbra con sus mejores vestidos y joyas más destacadas. Nos gusta la Reina Letizia "comfy", ¿no?
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