La industria de la moda quedó cautivada por las propuestas de John Galliano para la colección de Alta Costura primavera-verano 2024 en París de Maison Margiela, reviviendo el espíritu teatral e histórico que caracterizó al diseñador durante su etapa en Dior.
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El desfile de Haute Couture se realizó en un espacio con sofás desgastados y mesas de billar antiguas escondido bajo unas escaleras cercanas al icónico Pont d'Alexandre III en París, se convirtió en una sucesión de personajes provenientes de los bajos fondos parisinos, dejando atónitos a los presentes. Los asistentes vitoreaban cada nueva salida, alejándose de la habitual impasibilidad con la que se observan la mayoría de los desfiles, mostrando una pasión inusitada por las creaciones y criaturas de la historia orquestada por John Galliano.
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El diseñador gibraltareño, quien fue destituido después de hacer comentarios antisemitas en 2011 en Dior, regresó a la moda tres años después como director creativo de Maison Martin Margiela. Inspirándose en los retratos de Brassai, el fotógrafo, escultor y cineasta húngaro-francés conocido por sus influyentes imágenes de la vida parisina en las décadas de 1920 y 1930 en los barrios más sórdidos de la ciudad, Galliano llenó la pasarela de personajes con dudosa reputación que podrían encontrarse rondando a orillas del Sena en altas horas de la madrugada.
Hombres con abrigos desgarrados tras posibles altercados, mujeres que cubren sus cuerpos después de encuentros probables o gánsteres ataviados con cárdigans desteñidos deambulaban por la pasarela en un escenario cinematográfico y onírico. ¿El elemento común? Una silueta de reloj de arena que actuó como hilo conductor a lo largo de toda la propuesta.
at Redacción Marie Claire
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