Cada edición del Festival de Cannes deja mucho más que cine: es una pasarela de moda global, donde las celebridades y diseñadores anticipan lo que marcará el ritmo del estilo en los próximos meses. En 2024, la alfombra roja apostó por una elegancia atemporal, con toques modernos y guiños inesperados. Estas son las ocho tendencias de Cannes que se destacaron y que ya proyectan su influencia hacia el 2025.
1. Glamour sin transparencias
La sensualidad se redefine: este año, el brillo estuvo más en el tejido que en lo que se deja ver. Las grandes figuras apostaron por siluetas glamorosas, cubiertas y sofisticadas, dejando de lado los recortes extremos y las transparencias totales. El nuevo lujo es sugerente, no explícito.
2. Lentejuelas nude
El brillo no se fue, pero mutó. Los vestidos de lentejuelas en tonos nude dominaron la escena, ofreciendo un efecto de luz sutil y elegante. Este tipo de diseño permite destacar sin necesidad de recurrir a colores estridentes ni formas exageradas.
3. Smoking negro para ellos (y ellas)
El clásico traje masculino en negro vuelve con fuerza, impecable y con cortes pulidos. Algunos lo llevaron con moño, otros con camisa abierta, y también hubo versiones femeninas que lo reinterpretaron con sensualidad y actitud. El smoking vuelve a ser sinónimo de poder.
4. Trajes con atención al detalle
Más allá del negro, los trajes clásicos para hombres se modernizan con solapas satinadas, botones joya, texturas sutiles o accesorios inesperados. Todo indica que en 2025 el foco estará en los detalles de sastrería.
5. Verde esmeralda vibrante
Entre tanto neutro, un color se destacó con fuerza: el verde esmeralda. Profundo, elegante y vibrante, fue elegido por varias celebridades que lo lucieron tanto en vestidos de gala como en conjuntos más minimalistas. Será uno de los tonos clave del próximo año.
6. Romanticismo en tonos pastel
Vestidos etéreos, con volados, mangas globo o estampados florales suaves dominaron muchas apariciones. En tonos rosa empolvado, celeste o lavanda, esta estética romántica y liviana propone una nueva forma de vestir la alfombra roja sin perder impacto.
7. Lunares, pero con giro moderno
El estampado de lunares, eterno y clásico, apareció en versiones actualizadas: cortes asimétricos, transparencias parciales, combinaciones de colores inesperadas o accesorios disruptivos. Un guiño a lo retro, adaptado al ahora.
8. Drapeados esculturales
Los vestidos drapeados regresan, pero lejos del clasicismo. Este año se vieron en diseños que juegan con la arquitectura del cuerpo, con pliegues estratégicos, nudos, torzadas y construcciones que rompen simetrías. Una tendencia que desafía la silueta convencional.
En Cannes 2024 se consolidó una estética que mira hacia el 2025 con sofisticación, atención al detalle y una clara vuelta a la elegancia consciente. La moda vuelve a hablar de estilo duradero, con identidad, más allá del impacto inmediato.
at redacción Marie Claire
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