Este domingo quedamos todos boquiabiertos con el despliegue de la boda en Italia de Kourtney Kardashian y Travis Barker. Sin embargo, más allá de las faustosas celebraciones a lo largo del fin de semana, el vestido de la socialité fue un tema de debate en las redes sociales. La hermana mayor del clan, eligió la firma Dolce and Gabbana para este día tan especial. Además, la mítica firma italiana ofició de host para toda la familia en Portofino, uno de los lugares favoritos de Domenico y Stefano, directores creativos de la marca.
"Kourtney Kardashian luce un vestido único de encaje y satén de seda blanco de DG Alta Moda y un espectacular velo bordado a mano. Para el vestido, Domenico Dolce y Stefano Gabbana se inspiraron en las figuras icónicas de la lencería italiana y la dolce vita. El corsé realza la silueta gracias a un diseño rico en cortes exquisitos y realizado siguiendo técnicas de sastrería expertas que enfatizan la feminidad", describieron desde las redes de Dolce & Gabbana.
Por otro lado, Kourtney Kardashian optó por lucir unos stilettos a todo junto a joyería de la maison. Además, conjugó el estilismo con un sencillo ramo de rosas y verdes.
En cuanto al velo, indicaron: "Kourtney lleva un velo ancho y largo de tul con apliques florales de encaje inspirados en las flores de los jardines de Portofino. El velo ha sido bordado a mano con una gran representación de la Virgen María y las palabras "family loyalty respect. El bordado, realizado con la técnica del "punto de cruz", recuerda el tatuaje de su marido Travis y es un símbolo de alianza, respeto y devoción común".
También, contaron que el look de se completa Kourtney Kardashian se completó con unos guantes de tul.
"Diseñar mis vestidos con Domenico y Stefano ha sido un sueño hecho realidad en todos los sentidos", dijo Kourtney Kardashian a Vogue.
La boda tuvo lugar en la Villa Olivetta, una villa que pertenece a los diseñadore. Hace algunos años, Stefano y Domeníco presentaron ahí su colección primavera-verano 2017 y que se caracteriza por su estética maximalista, que encaja a la perfección con la estética de la firma. Los diseñadores no planeaban comprar una casa en Portofino, donde se ha celebrado la boda, pero la dueña de la villa insistió hace años en que ellos eran las únicas personas que podrían vivir en este enclave después de que ella cambiara de residencia
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