La colección de 40 looks ready-to-wear de Dior en París fue concebida con una clara intención de pureza y minimalismo, según señaló Kim en un comunicado. La sastrería del traje Oblique, las chaquetas de lana, las mochilas acolchadas y las zapatillas de ballet protagonizaron la pasarela, otorgándole un enfoque masculino renovado. La École Militaire fue testigo de una de las colecciones más románticas y teatrales de la Semana de la Moda Masculina.
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Incluso se presentó una inusual gargantilla de diamantes como complemento para una chaqueta y pantalones de mezclilla. Todos estos elementos convergieron bajo una única inspiración: el guardarropa de Nureyev. La colección también rindió homenaje al tío de Kim, Colin Jones, un ex bailarín de ballet que se convirtió en un reconocido fotoperiodista y capturó varias imágenes de Rudolf. Kim compartió: "El comenzó como bailarín en la Royal Ballet y luego se convirtió en fotógrafo. Fotografió a Nureyev; eran amigos", según escribió el diseñador en un libro.
Aunque Rudolf era conocido como el príncipe que llevaba zapatillas, la inspiración de Jones no se limitó al vestuario de ballet clásico. La colección presentó chaquetas de cuero de estilo boxy, transparencias con pedrería, capas largas y bordadas, estampados exóticos en telas de seda y una mezcla ecléctica de tonalidades de gris junto con colores vibrantes. Este desfile representó un significativo avance en la celebración de la moda, fusionando la elegancia atemporal con elementos vanguardistas inspirados en la vida y la estética de Rudolf Nureyev.
at Redacción Marie Claire
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