El día tiene 24 horas y por lo menos debemos utilizar 8 de ellas para descansar y conservar así nuestra salud y bienestar. Nos quedan entonces 16 horas restantes en las que queremos y creemos que podemos realizar toda esa pila de tareas que nos proponemos. Calma, no siempre lo lograremos y está bien, un buen consejo es ir de a poco y al mismo tiempo identificar a los “ladrones del tiempo”.
Si bien nuestro día tiene varias horas para cumplir con distintas metas que nos fijamos, hay que ser realistas. No vamos a estar todo el tiempo trabajando, estudiando o haciendo ejercicio, también necesitamos algunos minutos para despejar, alimentarnos o simplemente para dedicarnos exclusivamente al ocio. Por tanto, hay que aceptar que esto sucede, y ponernos manos a la obra si queremos sacar provecho de nuestra jornada. Para eso, lo primero es agarrar un cuaderno, y lo segundo es tomar nota de lo que Miguel Navarro, CEO de Productividad Feroz (programa de training online para gestionar el tiempo) recomienda.
Escribir objetivos y marcar dificultades
Pues bien, lo primero sería definir nuestra meta, es decir a dónde queremos llegar. Si son muchas, recordemos que deben ser pequeñas y capaces de ser realizadas en el día. Pongamos los pies sobre la tierra, y planteemos objetivos que realmente podamos cumplir, no nos sobreexigamos con obligaciones imposibles de cumplir en el rato que tenemos.
- Escribir el objetivo de la manera más específica: qué queremos hacer, dónde, y cuándo.
- Que el cuerpo se habitúe por el principio de adherencia: Miguel Navarro ofrece la técnica de los 5 minutos e ir aumentando el tiempo día a día. "Empezar un nuevo hábito con pequeñas dosis de tiempo y después prolongarlo ayuda a que tanto el cuerpo como la mente se acostumbren de forma gradual", dice el CEO experto en productividad.
- Identificar los “ladrones de tiempo”: por ejemplo, el bendito celular, que tanto nos distrae. Si queremos usarlo debemos establecer horarios y tiempos específicos para chequear whatsapp y demás redes sociales por si alguien nos necesita. No podemos estar pendientes todo el tiempo de lo que sucede en Instagram, silencia el teléfono y en lo posible dejalo lejos de tu área de trabajo
- Delegar tareas: si revisamos todo lo que hacemos en el día, quizás logramos identificar alguna tarea de la que podría sacarse más aprovecho si se la confiamos y encomendamos a otro. Muchas veces nos cuesta delegar, pero a veces es necesario para obtener mejores resultados.
- Buscar un socio: puede ser un amigo, un conocido, un vecino, o quien sea. Lo que importa aquí es que tenga las mismas ganas de comenzar una actividad. “Las dos personas se ayudarán para poder cumplirlo con consistencia y fortaleza”, explica Navarro.
- Eliminar la ambición del perfeccionismo: las cosas nunca van a estar del todo perfectas, y jamás va a ser el momento perfecto para empezar una nueva rutina. Lo importante es hacer, por más de que salga mal. Se empieza poco a poco, aunque sea con errores y hasta sin cumplir del todo ese objetivo que teníamos en mente. Es mejor hacerlo mal que directamente no hacerlo por esperar el momento oportuno. Dejá de procrastinar.
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