Cuando Marilyn Monroe fue hallada muerta en agosto de 1962, Andy Warhol estaba comenzando a experimentar una serigrafía de la actriz. Si bien no llegaron a conocerse personalmente, el artista encontró en ella ciertas obsesiones que probablemente identificó con su desamparo y necesidad de aceptación. En 1964 Warhol creó la obra “Shot Sage Blue Marilyn”, y esta semana tras un exitoso remate, se convirtió en la pieza más cara del siglo XX.
La subasta de Christie’s se llevó a cabo en el Rockefeller Center y fue transmitido en vivo para todo el mundo. La creación del rey del arte pop formó parte del lote 36A, y luego de varios minutos de tensión se vendió en 195 millones de dólares, quedando en el segundo puesto de las obras subastadas de cualquier época, detrás de “Salvator Mundi” de Leonardo Da Vinci, que recaudó 450,3 millones de dólares en 2017.
El dinero será destinado a la Fundación Thomas y Doris Ammann de Zúrich, de donde procede la pieza después de haber pertenecido a algunos de los mejores galeristas de Nueva York. “Shot Sage Blue Marilyn” fue exhibida en algunas de las más importantes instituciones del mundo, como el Museo de Guggenheim de Nueva York, el Centro Georges Pompidou de París, la Tate Modern de Londres, el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid y la Royal Academy of Arts de Londres, entre otras.
En la creación de Warhol, Marilyn Monroe resume el sueño americano con una imagen universalmente conocida; y los expertos la comparan con la “Mona Lisa” de Da Vinci, el cuadro más popular de la historia, señalando que Marilyn podría llegar a ser "la Mona Lisa moderna".
“Junto al Nacimiento de Venus de Botticelli, la Mona Lisa de Da Vinci y Las señoritas de Avignon de Picasso, Marilyn de Warhol es categóricamente una de las mejores pinturas de todos los tiempos” expresó Alex Rotter, presidente de arte de los siglos XX y XXI en Christie’s; y luego agregó: “Como emblema del movimiento de arte pop estadounidense, Marilyn representó el optimismo y la individualidad del Renacimiento, la fama y la celebridad de la posguerra. 60 años después, la obra de Warhol se convirtió en mucho más que el símbolo de un solo movimiento artístico. Es ahora un poderoso símbolo de todas las mujeres, desde la huérfana desatendida hasta la protagonista femenina dominante”.
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