Nacido en Mendoza y radicado en París desde 2016, Jesús Dupaux ha logrado una larga trayectoria en el mundo del cine y la fotografía, enriquecida por sus viajes entre Nueva York, Los Ángeles, Roma y París. Nombres como Vanessa Hudgens, Francois Sarkozy, Julio Le Parc hasta el famoso estilista John Nollet, son algunas de las grandes figuras para las que ha trabajado.
-Tu carrera comenzó en el Ballet de la Universidad de Cuyo. ¿Cómo influyó esa experiencia en tu desarrollo como artista multidisciplinario? ¿Cómo te gusta que se te identifique?
-Mi paso por El Ballet de la Universidad de Cuyo fue importante para mi desarrollo como artista multidisciplinario, ya que me enseñó a tener disciplina, compromiso y sobre todo pasión para explorar diversas formas de arte. En ese periodo tuve la oportunidad de trabajar con Stefano Poda, un gran director italiano en una opera titulada Orfeo y Eurídice, el carácter, misticismo y la pasión del director por la mitología se infundaron en mi espíritu. Esta experiencia me permitió comprender la importancia de la técnica y la expresión en el arte, lo que ha influido en mi enfoque hacia la fotografía, la dirección creativa y la actuación. Me gusta que se me identifique como un artista multidisciplinario, ya que mi trabajo abarca varias disciplinas y refleja mi interés en la creatividad y la innovación en diferentes contextos.
-Trabajaste en teatro, danza y cine. ¿Cómo logras equilibrar estas disciplinas tan distintas y qué te inspira a seguir explorando nuevos formatos?
-Equilibrar teatro, danza y cine requiere una organización para que el caos sea un aliado con flexibilidad creativa. Cada disciplina aporta una perspectiva única y me inspira a seguir explorando nuevos formatos. La clave está en mantener una mente abierta y adaptable, rodearse de amigos que apoyen y una familia artística como la mía que me acompaña en mis procesos, la compañía de teatro M.I.A Fundada por Clara Bauer y Daniel Pennac quienes apoyan y critican mis visiones, eso me ayuda a mantener un cierta coherencia. La idea de encontrar llaves invisibles me inspira y me mantiene curioso.
-¿Cómo te ha impactado vivir en ciudades icónicas como París, Los Ángeles, Nueva York, Madrid, Buenos Aires y Roma en tu proceso creativo?
-Cada ciudad ha dejado una marca única en mi arte y proceso creativo. París me introdujo al mundo del arte europeo y a una rica historia cultural. La oportunidad de trabajar mano a mano con Yamil y Julio Le parc realizando la foto documentación de exposiciones en los museos mas importantes mundo como The Met, Malba y ferias internacionales de arte como Art Báseles, trabar con el atelier Le parc fue un postgrado acelerado a nivel humano, filosóficos, y claramente artistico. Los Ángeles y Nueva York me expusieron a la vanguardia del cine y la fotografía. Madrid y Roma me ofrecieron una profunda conexión con la tradición y la historia del arte. En cada ciudad, he tenido la oportunidad de colaborar con artistas influyentes y aprender de sus experiencias, lo que ha enriquecido mi enfoque y perspectiva creativa.
-Trabajaste en la boda de Vanessa Hudgens, en el cumpleaños Francois Sarkozy, hermano del ex presidente de Francia, y con el fotógrafo de celebrities John Nollet, Contanos cómo fueron esas experiencias.
-Trabajar en eventos de alto perfil como la boda de Vanessa Hudgens fue un colaboración y experiencia estupenda y de mucha exigencia estética. Me convocaron para capturar imágenes de su casamiento de la mano del fotógrafo Jordan De Gaetano, y juntos logramos imágenes muy expresivas e icónicas que se publicaron por ejemplo en Vogue y The New York time.
El el caso del cumpleaños de François Sarkozy es un amigo, un ser con mucha delicadeza humana lo que me permitió tener un vision artística libre poder contar una bella historia entre amigos y familia y trabajar libremente bajo mi criterio artístico.
Estos eventos exigen una atención única al detalle y también a la capacidad para adaptarse a las expectativas, emociones y deseos de los clientes. Gracias a estas colaboraciones realice la dirección artística para la marca Château de Ma Mere dirigida por Sophie Douzal, una socialité parisina, con quien fue un placer trabajar y poner en valor sus diseños.
Para mí es un honor fotografiar a John Nollet, uno de los estilistas más reconocidos a nivel internacional. Es el encargado de peinar a figuras como Isabelle Huppert, Vanessa Paradis, Monica Bellucci y Nicole Kidman, tanto para películas como para grandes eventos. Nollet es un creador extraordinario, capaz de hacer del cabello una forma de arte, y su visión artística ha sido una fuente de inspiración y enriquecimiento para mí.
-¿En qué proyectos estás trabajando actualmente y cómo te imaginas en el futuro a corto plazo?
-Actualmente estoy inmerso en un proyecto personal que explora el impacto del abuso infantil en las decisiones, el trabajo, el amor y la familia. Es una travesía íntima y transformadora, donde cada paso revela nuevos matices que jamás había percibido. A través del arte, principalmente la pintura y la fotografía, estoy dando forma y voz a esos rincones ocultos que necesitan ser escuchados. Este proceso, en constante evolución, me ha permitido redescubrir mi propia visión artística, que antes estaba velada por una especie de neblina.
Mi futuro como artista lo imagino interviniendo espacios en museos, al estilo de Pina Bausch o Sasha Waltz, algo que me inspira profundamente. Quiero seguir esa línea, implantando las performances que ya tengo escritas, y las que vendrán, en ese tipo de lugares que invitan a la reflexión y a la conexión con el público de una manera única. Además, me gustaría colaborar con directores como Pedro Almodóvar, Jacques Audiard, Guy Nattiv, y otros grandes creadores, ampliando los límites de la narrativa artística.
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