Te contamos todo sobre los hilos tensores

Dentro de la medicina estética hay una gran variedad de tratamientos y productos que ayudan a mejorar el aspecto de la piel, entre los tratamientos más solicitados se encuentran los hilos tensores, que hacen que la piel luzca firme y rejuvenecida.

Te contamos qué son los hilos tensores

Son hilos finos que se utilizan para combatir arrugas, las líneas de expresión y la flacidez, elevando las cejas y redefiniendo el óvalo facial y el contorno de la mandíbula. 

Este tratamiento dura de 12 a 18 meses, los hilos los absorbe nuestro organismo luego de 6 u 8 meses desde que se realiza la intervención porque se fabrican a partir de materiales reabsorbibles, por ende también estimula la producción del colágeno.

¿Cómo actúan?

Los hilos tensores no sirven en cualquier tipo de piel, y a veces necesitan tratamientos previos para aumentar la densidad cutánea y prevenir que se noten, por eso puede pasar que según el tipo de piel que tengas se te noten los hilos a la vista o al tacto, lo que arruina el resultado natural. Por eso podemos afirmar que este tratamiento es para personas con ciertas características.

¿En qué pieles son aptos los hilos tensores?

Primero es importante destacar que los resultados van a ser más óptimos en personas con una buena proyección ósea. 

• Pieles densas, tienen que tener un suficiente tejido celular subcutáneo para evitar que los hilos tensores se hagan evidentes al tacto.
• Pieles donde los pliegues de las arrugas y los surcos nasogenianos se vean.
• Pieles flexibles y con movilidad.
• Pieles con flacidez en la zona del cuello y de la papada o con la zona entre el ángulo mandibular y el mentón poco definidos.

Las pieles que no cuentan con esas características tienen alternativas y complementos que pueden ayudar a recurrir a los hilos tensores.

¿En qué pieles no se recomienda el uso de hilos tensores?

• Pieles extremadamente finas, ya que se notarían las suturas.
• Pieles con fibrosis, la cual puede ser consecuencia directa de otros tratamientos de rellenos permanentes, por lo que no se recomienda usar los tensores.
• Pieles dañadas por la sobreexposición al sol.  
• Pieles fibrosas generadas por un exceso de ejercicio físico.
• Pieles con arrugas marcadas y profundas en las zonas de inserción.

Efectos secundarios 

Aunque son muy mínimos podés padecer enrojecimiento en la zona de los puntos de inserción o pueden aparecer edemas leves en el caso de que se rompa algún capilar.

ML