Líder mundial de Avon: “Cada persona tiene su propia definición de belleza”

Es la responsable de varios de los productos más icónicos de Avon de las últimas dos décadas. Ella es Lisa Gallo y trabaja hace 27 años en los headquarters de la compañía en Suffern en las afueras de Nueva York. Hoy es la responsable del desarrollo de la Cartera Global de Innovación de la marca para todas las categorías de belleza, incluyendo maquillaje, skin care y fragancias. Es Licenciada y Magister en Química y es sin dudas una apasionada de la investigación en el universo de la belleza. Hablamos con ella en el marco del evento mundial expertos científicos del Avon Innovation Centre, en el cual hablaron sobre una nueva mirada de la belleza que le otorga relevancia a la inclusión y diversidad. 

"El concepto de belleza está enfocado en cómo nos sentimos y no en estereotipar. Es lo que sentimos cuando caminamos por la calle versus las súper modelos y cuerpos perfectos”.

-El concepto de belleza cambió mucho en estos últimos tiempos, ¿que significa este término para vos hoy en día?
-Pienso que cada individuo tiene su propia definición de belleza y tiene que ver con utilizar aquellas cosas que nos hacen sentirnos bellos. Todos usamos cosméticos, queremos que nuestros ojos queden bien con la máscara de pestañas, pero lo más importante es sentirnos lindos más allá de todo. 

-¿Cómo hicieron ustedes desde la marca para darle sentido y resignificar el concepto para que sea más inclusivo?
-Desde la compañía intentamos hacer hincapié en que dicho término está enfocado en cómo nos sentimos y no en estereotipar. Es una belleza autoinfligida. Es lo que sentimos y somos cuando caminamos por la calle versus las súper modelos y cuerpos perfectos, la belleza no se trata de eso. 

-La compañía plantea una nueva mirada sobre la belleza. ¿Cuál esperan que sean los efectos a corto plazo en el consumo?
-Esperamos que los consumidores tengan lo que esperan de nosotros. Es muy importante y es fundamental estar en contacto con los clientes y siempre entenderlos. Mi tarea es escucharlos, saber a quiénes vamos a representar, ver qué es lo que están pidiendo y asegurarnos de que estamos y que estemos resonando, hablándole a ellos. La forma es muy importante, cómo utilizamos los términos culturales, las palabras correctas: y la comunicación constante es fundamental.

-Vivimos un momento complicado por la pandemia, ¿cómo se reconfiguró la industria de la belleza?
-Realmente esta industria jamás se queda quieta, ¡y eso que hace varios años que trabajo en esta empresa! Las mujeres cambian, el mundo cambia… Tuvimos entonces un avance constante durante la pandemia y fueron varias etapas: primero el fuerte fue el cuidado de ojos porque usábamos barbijos, luego el aspecto sensorial del do it yourself porque estábamos confinados, ahora volvemos a darle atención a los labios. Por suerte, llevamos a la belleza a otro nivel y pudimos reinventarnos. 

-¿Cómo es el trabajo de la compañía para educar a los clientes en la adquisición de productos amigables con el planeta?
-El modelo de venta directa es un método excelente de comunicación, las personas hablan con las personas. Eso ayuda a tomar una mejor decisión de compra, es una parte fundamental. Por otro lado, las redes sociales tienen un gran peso hoy en día. Estamos utilizando los canales digitales para ayudarnos a comunicar para poder llegar justamente a todos los lugares que necesitamos.

"El modelo de venta directa es un método excelente de comunicación, las personas hablan con las personas. Eso ayuda a tomar una mejor decisión de compra”.

-¿Cómo imaginás el futuro de la belleza?
-Es parte de mí trabajo pensarlo y muchas veces me da temor. Parte de mi equipo es el grupo de nuevas tecnologías, así que estamos constantemente pensando en en las nuevas generaciones y nuevas tecnologías con soluciones sostenibles tanto en formulación como en packaging. Al mismo tiempo tiene que ver con ir un paso más allá en el en la efectividad de nuestros productos, o sea, el desempeño de nuestros cosméticos para dar nuevos beneficios y una manera distinta que a la gente le importe.

-En casi 30 años de trabajo en la compañía, ¿cuáles fueron los cambios más sorprendentes en la industria?
-Lo que cambió más marcadamente es la inteligencia, el expertise de los consumidores. Estos no se conforman para nada, la vara está altísima. Cómo les hablamos y las expectativas que tienen subieron el nivel, están siempre buscando lo mejor. Eso me llama la atención de cuando empecé.