El maquillaje es parte de la rutina diaria de muchas mujeres, es un mimo al alma en nuestras prácticas de autocuidado. Aunque esté en auge la tendencia de makeup no makeup, todas somos conscientes de lo que pasa con nuestra autoestima cuando utilizamos un pintalabios, una sombra de ojos o un eyeliner, es un glow up es nuestra motivación y sobre todo en nuestro estado de ánimo.
Así que el poder del maquillaje no es sólo hacernos lucir más lindas, con el que nos vemos mejor, sino que al hacerlo por nosotras nos sentimos diferentes y eso se transmite a los demás, por ejemplo si elegimos colores llamativos vamos a contagiar alegría.
Eliminamos endorfinas gracias al maquillaje
Diversos estudios demostraron que una persona que está bien arreglada, que se tomó el tiempo de peinarse y eligió un buen outfit rinde más en el trabajo que la misma si se pone a trabajar en pijama. Y si nos centramos en el maquillaje podemos decir que logra levantarnos de lo que sea, inclusive si estamos enfermas, ya que si nos vemos lindas nos ponemos contentas, entonces nos produce una imagen positiva y optimista en general.
Los expertos afirman que maquillarse forma parte del autocuidado recomendable, así como hacer deporte o comer sano. Por eso, el maquillaje tiene el poder de mejorar la autoestima y nuestra calidad de vida.
El maquillaje puede sanar nuestra salud mental
El maquillaje nos puede ayudar a sanar, aunque la recuperación de la salud mental es un proceso lento no lineal, maquillarnos colabora a la creación de un espacio seguro para nosotras mismas que nos empuja a seguir adelante, además es accesible para todas.
Y un plus es que nos permite autoexpresarnos y es una forma de recuperar el control a través de su propia aplicación. Nos da la oportunidad de elegir qué queremos hacer y cómo lo vamos a hacer en un momento determinado, y eso nos da poder.
ML
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