Carolina de Mónaco y su fragancia favorita: Gardenia Passion de Annick Goutal

Carolina de Mónaco es sinónimo de sofisticación. La hija mayor de Grace Kelly ha cultivado una imagen elegante, clásica y atemporal, que se refleja tanto en sus elecciones de vestuario como en sus perfumes. Su fragancia predilecta es Gardenia Passion, de Annick Goutal, un perfume floral lanzado en 1989 que sigue conquistando a las amantes de la perfumería de nicho.

 

 

Gardenia Passion se caracteriza por su intensidad floral refinada. La apertura combina gardenia y jazmín, notas frescas que capturan la esencia de un jardín en verano. Su corazón mezcla nardo y flor de azahar, aportando cuerpo y sofisticación, mientras que el toque final de vainilla deja un fondo cálido y envolvente. Esta composición logra un equilibrio perfecto entre delicadeza y presencia, ideal para quien busca un aroma elegante pero con carácter.

 

 

El vínculo entre Gardenia Passion y la princesa es tan estrecho que incluso su hermana Estefanía comparte este gusto olfativo. A pesar de que llevan años distanciadas, ambas coinciden en esta elección, lo que demuestra que un perfume también puede ser un hilo sutil que conecta memorias y estilos.

Pero Gardenia Passion no es la única fragancia que acompaña a Carolina de Mónaco. La princesa también es fiel a Fracas, de Robert Piguet, un perfume legendario lanzado en 1948 que se ha convertido en sinónimo de feminidad audaz. Con notas de mandarina, jacinto, tuberosa y un fondo de maderas, vetiver, sándalo y almizcle, Fracas es intenso, envolvente y absolutamente inolvidable. No por nada fue amado por iconos como Marlene Dietrich y Madonna: es un aroma que deja huella.

 

 

Ambos perfumes revelan la personalidad de Carolina de Mónaco: elegante, segura de sí misma y con un gusto exquisito por lo atemporal. En un mundo saturado de lanzamientos efímeros, ella elige fragancias con historia, con carácter y capaces de contar quién es sin necesidad de palabras.

at redacción Marie Claire