Mutilación genital femenina: la terrible realidad de las mujeres inmigrantes en Europa

Lamentablemente, el control sobre el cuerpo de las mujeres y el placer femenino sigue siendo afirmado de diversas maneras en algunas sociedades equivocadas, donde el placer femenino no se considera necesario para la procreación. Entre estos problemas, dos son particularmente urgentes.

Primero, es crucial explicar a las mujeres de esos 30 países, principalmente en África y Medio Oriente, que no se trata de "algo correcto" la mutilación genital sino de una violación de sus derechos. Muchas mujeres africanas mayores, que han sufrido la mutilación y viven en Italia, a menudo hablan de la extirpación del clítoris como una medida que previene actitudes peligrosamente desinhibidas en las niñas, considerándolo como una forma de "protección". Estas mujeres deben darse cuenta de que son víctimas de un condicionamiento cultural y no deben alentar a las más jóvenes a seguir el mismo destino.

Mutilación genital femenina: Un horror sin fin

El segundo problema apremiante es evitar que la mutilación genital femenina se practique en inmigrantes, incluso en países europeos a los que se han trasladado, o que envíen a sus hijas a los países de origen solo para someterlas al ritual. Aunque hasta la década de 1950, incluso en Europa, la extirpación del clítoris se practicaba en los psiquiátricos como una de las "curas" posibles para la normal agitación hormonal de las niñas, durante mucho tiempo se prefirió no interferir en las "tradiciones" de los inmigrantes. Sin embargo, la sensibilidad ha cambiado, y se han formado asociaciones e iniciativas que buscan la abolición total de esta práctica en todo el mundo.

Una de estas iniciativas en Italia se llama "Youth in Action" y involucra activamente a grupos de jóvenes con antecedentes migratorios, tanto hombres como mujeres. El proyecto, liderado por Amref Health Africa Italia en colaboración con CoNNGI, Le Réseau y la Universidad Bicocca de Milán, busca empoderar a los jóvenes para cambiar las actitudes hacia la mutilación genital femenina. La coordinadora del proyecto, Laura Gentile, señala que los jóvenes participantes, entre 18 y 30 años, son conscientes del problema y están motivados para erradicarlo. La iniciativa incluye la formación de profesionales de la salud y educadores, así como acciones de sensibilización lideradas por estos jóvenes en sus comunidades.

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Aunque la historia de la mutilación genital tiene raíces históricas profundas, la esperanza radica en que se está produciendo un cambio, y la sensibilización y la promoción de la salud son esenciales para ofrecer alternativas y un futuro diferente para las mujeres. El proyecto tiene como objetivo construir un puente entre generaciones y culturas, preservando los valores positivos mientras se promueve el cambio.

 

Fuente: Marie Claire Italia

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