Thursday 2 de May de 2024

SOCIEDAD | 21-07-2023 09:31

Las costureras de Auschwitz: entrevista con la autora del libro que revela el escalofriante rol de la moda en el campo de exterminio

Las costureras de Auschwitz de Lucy Adlington aborda la historia aterradora y extraordinaria de las costureras judías obligadas a trabajar en un taller de alta costura dentro del campo de concentración más tristemente famoso de la Alemania nazi. Marie Claire entrevistó a la autora para hablar sobre su libro.

Es una historia dentro de la historia a la que nos sumergimos gracias a los escritos de Lucy Adlington. En 2017, la autora británica especialista en trajes históricos publicó "Le Ruban Rouge", una novela juvenil que sitúa a jóvenes costureras adolescentes obligadas a crear prendas para los oficiales de un campo en el que están prisioneras.

El libro tiene un gran éxito y se vende en miles de ejemplares, traducido a muchos idiomas. Pero lo que poca gente sabía entonces es que la historia sobre la que la historiadora de la moda, que "adora contar las historias de las vidas de las mujeres", era una historia real.

"La moda es una industria muy poderosa y los nazis estaban decididos a robar todos los aspectos de la industria de la moda a los judíos", comenta Lucy Adlington.

Ella lo pudo demostrar al publicar, seis años después, en las ediciones Payot, "Les Couturières d'Auschwitz", la historia más horrible y extraordinaria que ha contado nunca. Y no es para menos: muchos ignoran que, desde 1942 hasta 1945, el siniestro campo de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau, ubicado en Polonia, albergó un taller de costura donde mujeres judías y prisioneras de guerra fueron obligadas a crear prendas de alta costura para las esposas de altos oficiales nazis.

Una página de la historia que también refleja un lado oscuro del sistema de la moda, basado en la explotación de un grupo de trabajadoras y una capacidad compartida para cerrar los ojos ante ello. 

Fue mientras escribía un libro sobre las mujeres en los años 40 que la autora británica encontró la mención de un salón de moda en Auschwitz. Todas las investigaciones que llevó a cabo después de este primer descubrimiento resultaron infructuosas. Así que publicó una obra de ficción para retratar la realidad de estas adolescentes obligadas a crear ropa para sus torturadores.

 

 

Gracias a su éxito, "Le Ruban Rouge" se convirtió en una puerta abierta a la historia, como nos cuenta Adlington: "Fue en ese momento cuando empecé a recibir muchos mensajes. Me enviaban videos, fotografías y testimonios... y luego me enteré de que una de las costureras de ese taller todavía estaba viva", señala.

Esa mujer era Berta Berkovich Kohút, la única sobreviviente del taller de alta costura de Auschwitz-Birkenau, gracias a quien Lucy Adlington finalmente pudo reconstruir la vida de esas mujeres judías obligadas a confeccionar ropa a medida para sus verdugos, con las telas y accesorios de moda confiscados a quienes serían víctimas de las cámaras de gas. Un trabajo importante, documentado y contextualizado de manera precisa, que nos enseña mucho sobre el papel y la importancia de la industria textil en ese período.

-¿Por qué volver sobre la historia de las Couturières después de la publicación de "Le Ruban Rouge"?

-Lucy Adlington: Era importante decir la verdad. No es solo una historia entre otras. Espero que la gente lea este libro y pueda seguir investigando. Sentí tanto amor por estas jóvenes mujeres, su amistad y su valentía... Pero también estaba tan enojada de que esto haya sucedido debido a la codicia y el racismo. Llegué a conocer a estas mujeres tanto como pude como biógrafa y merecen tener una voz, un rostro y un nombre. Aunque no hayan trabajado en las grandes casas de moda en París, merecen que su historia sea contada.

-¿Cuál era el lugar de la moda en la época de la Alemania nazi?

-Aunque ya existían grandes almacenes y prendas listas para usar, para mucha gente, la moda era entonces algo muy individual y local. Encargabas tu traje a un sastre local, tus sombreros a un modisto local... Así que había mucha individualidad y talento creativo. Y la costura, especialmente para las mujeres, era una habilidad fundamental. Todas las niñas aprendían a coser y era un asunto de moda doméstica más que internacional.

Pero los nazis se centraron en obtener beneficios de la industria de la moda. La gente a menudo pasa por alto este aspecto de la moda. Piensan que son solo prendas bonitas, pero la moda es una industria muy poderosa y los nazis estaban decididos a robar todos los aspectos de la industria de la moda a los judíos y quedárselos para ellos.

 

 

 

-Al leer tu libro, uno puede sorprenderse de la importancia de la ropa para aquellos que sufren la guerra...

-En todos los territorios ocupados por los nazis, había moda, incluso para los judíos. Donde quiera que la gente estuviera bajo ocupación extranjera y oprimida, utilizaban la ropa para mostrar su independencia y desafío. A veces, cuando llegaban nuevos trenes a Auschwitz, las mujeres se reunían para observar qué estaba de moda fuera del campo, cuál era el dobladillo, el color de moda en ese momento. Los prisioneros que podían buscaban formas de mejorar la apariencia de su ropa para mantener alguna forma de identidad y dignidad. Pequeños detalles como un botón o una cinta representaban para ellos el mundo perdido que esperaban volver a encontrar. Porque la moda puede ser alegría y vida.

-La ropa también era importante para los nazis...

-La ropa es también un símbolo de estatus. Los nazis pensaban que si podían presentar una imagen poderosa, elitista y lujosa, mostrarían al mundo que eran un régimen legítimo. En los campos de concentración, los guardias y oficiales podían decir: "tenemos uniformes elegantes, así que somos superiores, y ustedes tienen harapos, así que no son nada". Fue deliberado.

-En tu obra también explorás la relación entre el Estado y la moda, en particular a través de la creación de la ADEFA (Grupo de Trabajo de Fabricantes Germano-Arios de la Industria de la Vestimenta). ¿Qué nos podés decir al respecto?

-La ADEFA fue creada por nazis desesperados por controlar el lucrativo comercio de la moda y el textil.  Utilizaron intimidación, violencia y robo para obligar a los judíos a ceder sus negocios y talleres de moda. La ADEFA se encargaba de repartir esos bienes robados entre los miembros del partido nazi y otros aliados.

Fue una forma más de explotación y saqueo de la comunidad judía, privándolos de sus medios de vida y marginándolos aún más en la sociedad. A través de la ADEFA, los nazis también intentaron controlar la producción de prendas en los campos de concentración, como en Auschwitz, donde las prisioneras fueron forzadas a trabajar en talleres de costura para crear ropa de alta costura para los oficiales nazis y sus esposas. Estas prendas confeccionadas en condiciones inhumanas eran un símbolo de la opresión y el abuso del sistema de moda en tiempos de guerra.

-¿Cómo describirías el papel de las jóvenes costureras que trabajaban en el taller de alta costura de Auschwitz-Birkenau?

Eran adolescentes y jóvenes mujeres, muchas de ellas de entre 14 y 18 años, que habían sido arrancadas de sus hogares y familias para ser encarceladas en el campo de concentración. Eran artistas en un sentido muy real. Aunque no se les permitiera ser creativas o expresar su arte en el sentido tradicional, tenían que ser ingeniosas, trabajar rápido y ser precisas. Se les exigía un nivel de habilidad y precisión increíbles, y a menudo se veían amenazadas con ser enviadas a las cámaras de gas si no cumplían con los estándares establecidos.

A pesar de las condiciones extremadamente duras y las terribles consecuencias que enfrentaban, muchas de estas mujeres intentaban mantener cierta dignidad y humanidad en su trabajo. También formaban relaciones cercanas entre ellas y compartían momentos de solidaridad y apoyo mutuo. Es importante recordar que estas jóvenes no eran solo costureras, sino seres humanos con sueños, esperanzas y emociones, atrapadas en una situación atroz que les arrebataba todo lo que les importaba.

-¿Qué lecciones podemos aprender de esta historia?

-Es esencial reconocer que la moda y la industria textil pueden ser utilizadas como herramientas de opresión y explotación, y que han sido empleadas de esa manera en la historia. Esta historia nos muestra cómo la codicia, el racismo y el desprecio por la humanidad pueden permitir que ocurran atrocidades impensables. También debemos reflexionar sobre la responsabilidad de la industria de la moda en la actualidad. ¿Cómo se producen nuestras prendas? ¿Quién está detrás de ellas y en qué condiciones trabajan?

Es importante que la moda sea una industria ética, justa y respetuosa con los derechos humanos. Debemos reconocer la dignidad y el valor de todas las personas involucradas en la creación de la ropa que usamos. Además, esta historia nos recuerda la importancia de nunca olvidar los crímenes del pasado y aprender de ellos para evitar que se repitan en el futuro.

El testimonio de Berta Berkovich Kohút y las jóvenes costureras de Auschwitz-Birkenau debe ser honrado y recordado como un recordatorio de las terribles consecuencias del odio y la intolerancia.

Este libro y esta historia son un homenaje a todas las víctimas del Holocausto y un llamado a la empatía y la comprensión entre todas las personas.

 

 

 

 

 

 

Fuente: Marie Claire France

at Redacción Marie Claire

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