Sunday 21 de December de 2025

SOCIEDAD | 29-08-2025 08:02

Abogacía con perspectiva de derechos humanos y de género: un imperativo ético

Celebrar el Día de la Abogada y del Abogado también es ponderar la importancia del rol que tiene nuestro ejercicio profesional.

Pensemos que, para poder acceder a la justicia, en la mayoría de los casos las personas necesitan contar con una abogada o un abogado. Somos nosotras quienes habilitamos ese acceso, quienes presentamos en un expediente una voz, una historia, una demanda de justicia.

El rol en cada expediente

Y allí, en la manera en que abordamos esos expedientes, en cada escrito, cada demanda o contestación, se juega de verdad cuál es el rol que queremos ejercer en esta profesión. No es neutro: defendemos y acompañamos a personas atravesadas por problemas reales, en mi caso, a personas atravesadas por situaciones de violencia.

Desde esa primera consulta, en la que alguien se anima a poner en palabras lo que vivió, se vuelve troncal la manera en que asumimos nuestro rol. El primer contacto con esa persona, cómo la escuchamos, cómo la acompañamos, es tan fundamental como lo que después escribimos en el expediente. Porque la justicia, en gran medida, se construye en lo escrito.

 

Día de los abogados

 

La perspectiva como imperativo

Y si ese escrito no se formula con perspectiva de género, con perspectiva de derechos humanos, con perspectiva de las niñeces, lo que hacemos es replicar una y otra vez un sistema patriarcal que ya está cristalizado en las bases mismas de la justicia.

Por eso, la no repetición de estereotipos de género en los expedientes judiciales no es un detalle menor: es un imperativo ético y político. Cada escrito puede ser una reproducción de la injusticia o puede ser una herramienta para transformar. Cada presentación es una oportunidad para abrir grietas en un sistema que suele perpetuar desigualdades.

El fin social del derecho

La importancia de una abogada se mide entonces en su capacidad de honrar el fin social del derecho. Porque esta profesión no trata solo de leyes abstractas: trata de personas. Y la perspectiva de género no es una opción decorativa, es la llave para generar un cambio real.

Reconocer que las desigualdades estructurales existen, que las mujeres y diversidades enfrentan obstáculos profundos para acceder a la justicia, y que el derecho puede —y debe— ser una herramienta para construir equidades, es lo que transforma nuestro ejercicio profesional.

Una profesión política y humana

El derecho, atravesado por los derechos humanos, se convierte en factor de cambio cuando lo usamos para repensar soluciones, para desafiar inercias, para abrir caminos allí donde solo había puertas cerradas.

Ser abogada, en este tiempo y en este país, es asumir que nuestra profesión es profundamente política. Que desde cada consulta, cada escrito y cada audiencia podemos aportar a que otras mujeres y diversidades encuentren justicia, dignidad y libertad.

Y que ejercer la abogacía con compromiso y con perspectiva de género es, en definitiva, ejercerla con humanidad.

at Melisa García Presidenta de Abofem Argentina

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