Dtrás de Cazzu como artista, existe Julieta, una mujer real que inspira y transmite paz y confianza, a través de su temple y personalidad, esa fue mi primera impresión al encontrarme con ella en persona; siempre dispuesta y con una sonrisa, me permitió –frente a frente– conocer su mundo, sus sueños y todos aquellos anhelos y aprendizajes de vida que plasma a través de su arte.
Nacida en Fraile Pintado, Jujuy, con el nombre Julieta Emilia Cazzuchelli, mejor conocida como Cazzu, siempre fue una niña llena de sueños, aquella que agarraba un peine para convertirlo en su micrófono, aunado a un gusto por los autos, de hecho, recuerda haberse cortado el cabello para comprarse una pista, además de haber considerado la idea de estudiar algo relacionado con el tema.

“La música siempre tuvo el primer lugar de mis deseos”, confiesa; un amor que fusionó con su atracción por el diseño. Julieta creció escuchando a las pop stars del momento, tal como Avril Lavigne, de quien era muy fan: “Para mí era muy importante su actitud, como que parecía que no le importaba nada, súper rockstar, desaliñada, buena música, me encantaba…”.
“Empecé a vestirme como ella y creo que ahí comenzó mi camino de construir la identidad que tengo”, eso mismo que la llevó a convertirse en una de las mujeres argentinas del género urbano más importantes en la música, en una ola de sororidad y feminismo en la industria, abriendo paso también a las nuevas generaciones y combatiendo todo tipo de obstáculos en el camino.
Cazzu no solo es imagen, es más que eso, tiene un mensaje poderoso en un ambiente que en ocasiones puede ser egocéntrico, entre las luces, los aplausos y las cámaras. “Muy temprano me di cuenta que eso a mí no me gustaba, yo necesitaba tener una razón más válida y menos egocéntrica, ahí apareció el feminismo en mi vida; se convirtió en algo muy importante saber que también representé y fui muy importante para el crecimiento de este movimiento de mujeres”, expresa, quien a pulso se ha ganado el seudónimo de “La Jefa”.
“Puedo sola, puedo con todo. Me gusta saber que cualquier cosa que pase voy a poder o a repetírmelo a mí misma, que ningún panorama es lo suficientemente malo”.
Un proceso diferente
Esa esencia se refleja en cada uno de sus materiales discográficos, en particular, en el más reciente Latinaje, en el que mezcla sonidos y géneros con letras que se sienten, siempre fiel a su esencia, rindiendo homenaje a sus raíces. Un álbum que llega en una nueva era para Cazzu, cuyo proceso fue muy diferente a los anteriores, enfrentando la maternidad por primera vez.
Hacer música en sí, puede ser complejo y estar lleno de diversas expectativas e incluso inseguridades que desaparecieron en el proceso: “En Latinaje pude tener esa pausa que quizás no la busqué a propósito, pero la encontré, al haberme quedado embarazada, en haber empezado a maternar, durante todo ese periodo donde mi bebé estaba muy chiquita”.
“Fue un momento donde conecté solo con eso y de alguna manera pude como purificar el filtro, todas esas cosas que me agobiaron se fueron porque yo creo que cuando uno se convierte en mamá, todos esos conflictos existenciales que tenemos todos los artistas pasan a segundo plano”.

“Yo soy tu mami para siempre”
Latinaje está conformado por 14 temas, uno de ellos es “Inti”, el nombre de su pequeña, una canción sumamente significativa que se ha convertido en una de las favoritas del disco, algo que sorprendió a Julieta porque surgió de la manera más orgánica y especial, sin la mínima intención de romantizar la maternidad.
“Para mí es muy importante porque realmente yo conté o puse los sentimientos verdaderos. No es una canción que hiper romantiza la maternidad, también presenta conflictos, yo sentía que era lindo poder expresarlos sin sentir ninguna presión de escribir cierto tipo de canción que tenga que ser súper luminosa y positiva”, agrega.
“Cuando vos sos mamá te das cuenta de que el mundo es muy difícil y muy duro, hay mucha oscuridad y empezás a despertar absolutamente todos los miedos más horribles de tu vida. Entonces, ¿por qué no lo iba a mencionar? Después sentí que eso de alguna forma conectó diferente con las mamás”.

“Cuando vos sos mamá te das cuenta de que el mundo es muy difícil y muy duro, hay mucha oscuridad y empezás a despertar absolutamente todos los miedos más horribles de tu vida".
Lejos de las expectativas y los moldes correctos, admite: “Yo estoy viviendo la mejor experiencia de mi vida con mi hija, pero sé que la maternidad se construye, porque yo tengo el privilegio de que yo me despierto y no tengo que pensar en si hay o no comida, yo sé que voy a tener para darle de comer a mi hija y sé que voy a poder resolver los problemas y sí, tengo problemas, pero también tengo una carrera y un lugar bastante privilegiado como para dedicarme a tratar de hacer feliz a mi hija”.
“Pero no todas las mujeres vivimos lo mismo, por eso creo que uno se tiene que detener a pensar mucho antes de juzgar a una mamá, sus acciones y su forma de criar”, dejando uno de los consejos más valiosos: “Yo le pido a la gente que no idealicen mi maternidad; la gente me ve y le encanta mi forma de maternar, pero la mía es desde un privilegio muy grande; no quiero ser ejemplo”.

Criar a una mujer es una gran y hermosa responsabilidad, es por eso, que, entonces, pregunte a Cazzu, cuál sería ese consejo que le daría a su hija: “Hay que resistir a la maldad; no hay que permitir que la maldad nos convierta en personas malas o rencorosas”.
“A mí me gustaría que ella entienda que finalmente ante todo el daño que le puede hacer al mundo, que sea fuerte, que no sucumba ante lo mal que pueden estar las cosas y el daño que te puede hacer la gente, un daño que hasta podría hacerle yo sin querer hacérselo. Me gustaría que ella se criara aferrándose al valor del bien para después poder vivir con una mente y un corazón liviano”, añade.

El valor de la amistad
Para Julieta, la amistad es algo muy fuerte e importante, en sus propias palabras la define como “la familia que uno elige, y yo he tenido muchos amigos que quizá han pasado y ha sido pasajero y no importa”, porque como bien lo menciona “no hay que medir el amor por cuánto tiempo va a estar la gente porque así también pasa con las parejas, uno da todo el amor que puede y quizá llegando al final de esa relación no parece haber servido de algo, pero sí”.
“La amistad hay que protegerla, cuidarla y cultivarla; para mí mis amigas y amigos son mi familia, son personas a las que yo les contaría cualquier cosa, les diría cualquier cosa, que han hecho de todo por mí y que yo haría de todo por ellos”.
”Le pido a la gente que no idealicen mi maternidad; la gente me ve y le encanta mi forma de maternar, pero la mía es desde un privilegio muy grande; no quiero ser ejemplo”.
Si Cazzu pudiera regresar al pasado, ¿cambiaría algo? La respuesta es un rotundo “no”. “Yo nunca regresaría al pasado ni cambiaría nada de lo que hice ni de lo que me pasó en la vida porque todo eso me hace quien soy hoy; la realidad es que yo estoy muy satisfecha con la persona que soy, con lo que viví, con lo que pienso y hasta con las cosas que me han dejado consecuencias muy grandes”.
Pero, ¿quién es Julieta?
Es una persona que está constantemente tratando de ser mejor: “Tratando de hacer las cosas mejor, de tratar mejor a la gente, de ser mejor mamá, mejor hermana, mejor compañera de trabajo, mejor todo. Estoy siempre en el intento del aprendizaje de ser mejor, también conmigo misma y descubrir la vida en todos sus niveles energéticos y espirituales”.
Alguien a quien le gusta la vida en todas sus etapas y con todos sus matices, porque como bien lo apunta: “Creo que es de donde me nutro para hacer lo que a la gente le gusta, que es mi arte, la valoro y estoy todo el tiempo tratando de convertirla en algún en algún producto musical o artístico que a la gente le guste”.
Hoy, a sus 31 años, sabe que: “Puedo sola, puedo con todo. Me gusta saber que cualquier cosa que pase voy a poder o a repetírmelo a mí misma, que ningún panorama es lo suficientemente malo”. Una motivación que tiene todos los días a despertar y ver el rostro de su hija: “Nunca más me volví a despertar perdida. Para mí estar en los 30 es un despertar distinto, todas las mañanas, siendo mamá y sabiendo exactamente a dónde estoy y lo que importa”.
Fotos: Frances Rou.
Realización: Gerard Angulo.
Producción: Juliet Delgado.
at Anna Brenda Sánchez
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