El trap es un género musical que procede de los suburbios de Atlanta y Georgia. Mezcla equilibradamente el rap estadounidense con bases más armoniosas que provienen de distintas influencias latinas. Sus referentes y los rasgos particulares de su vestimenta amplían el espectro del street fashion que usamos a diario.
En sus inicios, alrededor de los 90, la lírica retrataba, sin censura ni tapujos, el estilo de vida de quienes viven del otro lado de la ley y se enorgullecen de hacerlo. Es quizás por eso que el índice de popularidad era bastante bajo. Le hablaba exclusivamente a quienes se identificaran con el guetto.
La llegada a una audiencia más extensa, se dió al ser incorporado en las creaciones de muchos djs conocidos y festivales indie, por lo que sus letras se alejaron de lo que proyectaban al principio, y se extendió su influencia en otras esferas de la cultura.
De los márgenes de la sociedad a la élite, el estilo athleisure característico del trap caló tan hondo que las grandes firmas de moda le dieron su impronta y lo volvieron mainstream. Estrellas como La Rosalía, Bad Bunny o el clan Kardashian-Jenner adoptaron el estilo y marcaron los must have del urban streetwear, así como referentes argentinas como Nicki Nicole, Cazzu o María Becerra.. Es muy probable que hayamos incorporado algunas de sus tendencias en nuestro día a día:
Nail art+Glitter: Uñas esculpidas o esmaltadas con diseños extravagantes y mucho glitter.
Anillos, cadenas y aros dorados: Cuanto más brillantes, mejor.
Sport outfits: Combinados con prendas de colores estridentes.
Camperas oversize: En conjunto de bunnies, gorras deportivas o riñoneras.
Una vez más, la moda alcanza puntos de encuentro con otras áreas de la cultura y los movimientos que circulan, y nos ofrece la posibilidad de adaptar nuestros estilos personales conforme los tiempos y las tendencias avanzan. Y celebramos que así sea.
at Ariana Santilli
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