Después del parate de 2020 provocado por la pandemia, Cannes volvió a decir presente en las citas cinéfilas del año con una edición presencial y muy esperada.
Con un jurado que por primera vez tiene abrumadora mayoría femenina (las actrices Maggie Gyllenhaal y Mélanie Laurent, las directoras de cine Jessica Hausner y Mati Diop y la cantante Mylène Farmer junto al presidente, el director Spike Lee) esta edición sin dudas será muy especial.
Y en la primera jornada, las fotos de rigor -y glamour- de su ya célebre alfombra roja dejaron mucha tela para cortar. De Bella Hadid a Carla Bruni, pasando por Jodie Foster y todo el jurado junto, las imágenes hablan por sí solas.
Sin embargo, quien más capturó la atención de toda la prensa allí reunida fue Marion Cotillard, que posó con dos total looks de Chanel, maison de la que es imagen hace años.
Protagonista, junto a Adam Driver, de Annete, el musical de Leos Carax elegido para la ceremonia de apertura del festival, la actriz francesa dio una lección de estilo.
Primero, con su look más decontracté: calzas de neoprene negras y una blusa negra y blanca con el clásico logo de la compañía. Y luego con un impactante vestido de encaje metalizado con escamas que llevó el término sirena a un nuevo nivel de glamour.
at Redacción Marie Claire
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