Una vez Macarena Achaga me contó que de chica tenía un collage random en su Blackberry donde resaltaba un avión. Se desconocen los poderes proféticos de ese viejo celular pero Macarena terminó siendo parte de esa pantalla de inicio. Nacida en Mar del Plata, vivió en España y construyó una carrera en México donde explotó en productos juveniles como Miss XV, pero el reconocimiento masivo llegó cuando encarnó a la hija de Luis Miguel en la serie de Netflix.
Hoy enfrenta el desafío de protagonizar su primera película argentina compartiendo elenco con monstruos sagrados como Diego Peretti y Juan Minujin. La Ira de Dios, el nuevo filme de Sebastián Schindel basado en la célebre novela La Muerte Lenta de Luciana B. de Guillermo Martínez, llega a Netflix para plantear preguntas tan incómodas como certeras sobre el abuso, el acoso y un beso violentado que desata tragedias impensadas. Maca, a veces con acento mexicano, otras con el mate en la mano, no le escapa a ningún debate.
-Alguna vez me dijiste que tu máximo sueño era actuar en una película argentina. Como se te cumplió pregunto, ¿tenés la bola de cristal o ya sabías que se venía La Ira de Dios?
-¡No me acordaba que te había dicho eso! Creo que es verdad lo de sembrar los sueños y regarlos, porque los sueños se trabajan. No sé si es perseverancia, enfoque o incluso ingenuidad pero aún no mido lo que algo como esto significa, sobre todo si pienso que vengo soñando con llegar al cine desde que tenía 10 años. Vivía en Mar del Plata, fantaseaba con Hollywood y ahora todo eso está pasando y quizás tiene que ver con no enfocarse en las trabas sino en los objetivos. No hay tanta bola de cristal sino …le voy a robar esta frase a mi novio (Juanpa Zurita, el actor que encarnó a Alex, el hermano de Luismi en la Serie): la única manera de predecir el futuro es creándolo. ¡Así que manos a la obra!
-El personaje de Luciana es un desafío muy grande para cualquier actriz. En tu primera película filmada en Argentina además te toca coprotagonizar con de nuestros actores más importantes, Diego Peretti y Juan Minujín. ¿Es un privilegio pero también una presión?
-Es que Peretti…ese hombre, ¡guau! La verdad, me cuesta responder porque confieso que todavía sigo sin creérmelo. Imaginate que cuando salió la primera temporada de El Marginal en 2016 veía a Minujín y pensaba, ¡por Dios lo que hace este man! Estaba fascinada, fue una de las primeras veces que vi la tele argentina desde afuera y fue una experiencia bien bonita. En cuanto a Peretti obviamente no hay presentación que le haga justicia. Fue algo enorme tener a estas dos personas frente a mí. Traté de aprender mucho, les robé un par de técnicas te digo…
“Es muy necesario generar diálogo, porque si hay temor de ponerle palabras a temas que han sido tabú como el acoso y el abuso, se convierten en un monstruo”.
-Una de las cuestiones centrales tanto en la novela de Guillermo Martínez como en la película es la crueldad que maneja con los personajes femeninos. ¿Cómo trabajaste ese aspecto? ¿Qué pensás del destino tan cruel que tienen las mujeres en la historia?
-Peleo mucho por las cosas en las que creo, desde la inclusión hasta las cuestiones de género o la equidad. Y cuando me llegó este guión lo primero que vi fue la oportunidad de abrir el diálogo a un tema como la violencia contra la mujer que debería hablarse mucho más de lo que pensamos. Eso me parece importante, más allá de las posturas personales que propician un debate, como actriz muchas veces van a tocarme personajes con los que no estoy moralmente de acuerdo, pero no me gusta escudarme en mis roles, lo fundamental es que el tema que se toca es vital hablarlo.
-¿Creés que aún hoy existe el “de eso no se habla”?
-Es muy necesario generar diálogo, porque si hay temor de ponerle palabras a temas que han sido tabú como el acoso y el abuso, se convierten en un monstruo. No sirve de nada abordar esas cuestiones de una manera soft para no meternos en dilemas y escaparle a las críticas, por el contrario, hagamos foco en eso. A la hora de crear a Luciana lo hablamos mucho con el director, yo quería que cuando filmáramos las escenas que desencadenan todos los eventos de la historia lo hiciéramos teniendo en cuenta distintos ángulos, propuse que intercambiásemos el punto de vista de los personajes porque es un tema muy complejo. Todos mis proyectos tienen un tinte de debate, me parece que es parte de mi propósito es decir que hay cosas que sobre las que debemos hablar.
-Si hay que enfrentar alguna polémica, ¡que venga nomás!
-Creo que habrá mucho debate, la verdad. Sospecho que va a generarse muchas opiniones encontradas y estoy esperando escucharlas. En Argentina la conversación está muy evolucionada, pero en otros países de Latinoamérica todavía hay pudor y cautela para hablar sobre cuestiones como la diferencia entre acoso y abuso por ejemplo. Conversamos mucho sobre estos temas, incluso los llevé a la mesa en mi casa, con mi hermano…que de hecho está en la película.
-Volvamos a lo de la sinergia, contame como vivís ese concepto en tu carrera…
-Imaginate que todo regresa, como cuando empezamos esta entrevista. Mis sueños arrancaron en Mar del Plata y desde ahí termino recorriendo el mundo contando historias que de alguna manera promuevan la conversación y lleguen a la gente…¡y vuelvo a mi ciudad natal contando esta historia y con mi hermano!
“Mis sueños arrancaron en Mar del Plata y desde ahí termino recorriendo el mundo contando historias que de alguna manera promuevan la conversación y lleguen a la gente”.
-Mezclando ilusiones con parentescos, fuiste la hija de Luis Miguel en la serie, ahora volvés a reunirte con Diego Boneta en la película Father Of The Bride que podrá verse en HBOMax y es tu primera incursión en Hollywood. Entre tantos padres y hermanos, ¿cómo viene esa relación familiar con nuestro Luismi?
-Es lo próximo que tengo para estrenar y lo más gracioso de todo es que después de interpretar a su hija en Luis Miguel ahora me toca hacer de su madrastra en la película, ¿podés creer? Hay una movida familiar extravagante que nos une. El rol que interpreto en Father Of The Bride no existía originalmente así que van a sorprenderse, de hecho en el filme hago de argentina y es muy divertido.
-Profetizá algo, así ya voy pensando que preguntarte en la próxima entrevista…
-Vendrá otro momento de siembra, la siguiente meta que me imagino es contar mis propias historias y espero que cuando volvamos a encontrarnos sea para contarte un proyecto que voy a producir. Vas a ver, voy a llevar el nombre de la Argentina hasta el infinito y más allá.
at Marcela Soberano
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