Todo sobre las perlas, las gemas de lujo deseadas por muchos

Las perlas son una pieza de estilo que nunca pasan de moda. Con una historia que inició en las antiguas civilizaciones, las perlas han sabido adornar a reinas, celebridades y apasionados del estilo y el lujo. Coco Chanel supo decir que toda mujer debía tener hileras e hileras de perlas. Te contamos la historia y los detalles más importantes a tener en cuenta al momento de tenerlas. 

Son gemas orgánicas, es decir que son piezas que alguna vez tuvieron vida o fueron creadas por plantas o animales (como también lo son el ámbar o el coral).  Las perlas más vistas son las de color blanco, aunque se pueden encontrar de diferentes colores. Son bastante blandas y frágiles, ya que dentro de la escala de Mohs tienen una dureza de 2,5 a 3 (un diamante está en 10). 

Las perlas se producen al interior de las ostras marinas de agua salada o los mejillones en agua dulce; y son el resultado de la defensa natural contra algún tipo de cuerpo irritante, como un grano de arena, un parásito u objeto que ingresa al caparazón. En el mercado se pueden encontrar tres tipos de perlas: las naturales, cultivadas o de imitación. 

Durante décadas, fueron muy valiosas, ya que podía demorar años en conseguirlas.  Es que hasta 1893 se recolectaban de manera manual y era muy difícil encontrar piezas parecidas entre si. Recién  ese año, el japonés Kokichi Mikimoto llevó a cabo de manera exitosa el cultivo de perlas. Actualmente, las perlas de cultivo ocupan el 95 por ciento del mercado y el principal productor es China. 

Cualidades de las perlas

Existen siete característica que determinan el valor de mercado y venta de una perla, ya sea natural o cultivada. Estas son:

- El lustre

- Calidad de la superficie

- Forma

- Grosor del nácar

- Tamaño

- Color

- Similitud (en joyas con más de una perla)

 

La Peregrina de Elizabeth Taylor, la más buscada

La perla ‘La Peregrina’, proveniente de Panamá, fue parte del patrimonio de la actriz Elizabeth Taylor. Se trataba de una perla singular que Richard Burton le regaló a su pareja. Esta pieza fue vendida en 2011, por la casa de subastas Christie's en 11,8 millones de dólares.

Esta perla natural fue sacada de Ámerica en el siglo XVI y formó parte de la corona española durante ocho generaciones. Fue propiedad de Napoleón III y pasó por varios dueños hasta que regresó a norteamerica, donde Taylor pidió incluirla en el collar Cartier.