BAFWEEK cerró su edición verano 25/26 con una programación diversa y disruptiva que reafirmó su papel como la gran pasarela argentina. Desde canchas de fútbol y muelles en La Boca hasta locales textiles en Once y galerías de arte, las marcas eligieron escenarios no convencionales y con fuerte impronta local para presentar sus colecciones, convirtiendo la ciudad en un auténtico laboratorio creativo.
Moda más allá de la pasarela
Cada desfile fue una experiencia inmersiva donde arte, música, performance y narrativa visual se entrelazaron. El encuentro entre diseñadores consagrados y emergentes, sumado a la participación de figuras del arte, la ciencia y la cultura, consolidó a BAFWEEK como plataforma de visibilidad y exploración para la industria nacional.
Tendencias en pasarela
El espíritu de la temporada se reflejó en propuestas que reivindican la nostalgia, la autoexpresión y la experimentación.
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Layering: superposición de prendas como tops sobre camisas, que juegan con largos y texturas.
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Bermudas: en lino, gabardina o denim estructurado, con largos que van desde mini hasta por debajo de la rodilla.
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Pañuelos: accesorios clave llevados en la cabeza, cuello o carteras.
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Tiro bajo: revival noventoso en blusas cropped, denim y lino.
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Crochet: aire bohemio y artesanal que celebra textura y detalle.
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Blokecore: estética urbana con oversize y bloques de color.
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Cinturones múltiples: dobles o triples, protagonistas para marcar silueta y estilo.
Colores y estilos
La paleta cromática fue tan amplia como los escenarios elegidos:
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Tonos tierra y neutros para quienes apostaron por lo esencial.
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Colores vibrantes y metálicos, incluidos rojos intensos y acentos brillantes, para transmitir dinamismo.
En cuanto a siluetas, la sastrería ligera convivió con propuestas de líneas fluidas y transparencias etéreas. El denim y el cuero se reafirmaron como básicos infaltables, con un espíritu rebelde y urbano que atraviesa generaciones.
Un cierre con identidad local
BAFWEEK verano 25/26 demostró que la moda argentina puede reinventarse en cada edición: con audacia, identidad y la capacidad de transformar a la ciudad en una pasarela viva. Un cierre que no solo anticipa las tendencias, sino que también refuerza a Buenos Aires como epicentro creativo de la región.
at redacción Marie Claire
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