El lado más creativo de los diseñadores es un terreno donde la imaginación no conoce límites. Este “lado B del diseño” revela un universo experimental que trasciende lo comercial para convertirse en verdaderas obras de arte. Es aquí donde los creadores se permiten romper reglas, jugar con materiales y explorar formas que desafían los conceptos tradicionales de la moda, mostrando una faceta que pocas veces se ve, pero que es clave para entender su esencia.

una libertad absoluta para crear”.
Valentina Schuchner
El arte y el diseño están en su ADN. Criada en un entorno rodeado de creatividad, Valentina supo desde temprano cuál sería su camino: comunicarse a través de la creación. Al momento de elegir una carrera, se inclinó inicialmente por la comunicación y luego por el diseño, completando ambos estudios antes de viajar a Londres para especializarse en experimentación textil y dibujo. Más tarde, continuó su formación en diseño de indumentaria en Barcelona. “Viajar me permitió explorar otros conceptos de moda, trabajar con distintos materiales y vivir el diseño desde la experimentación”, cuenta.
Actualmente, Schuchner tiene su atelier en Belgrano, donde trabaja únicamente a medida, disfrutando de una libertad creativa casi absoluta. Sin embargo, su faceta no convencional sigue presente, conectándose con sus raíces más primitivas como diseñadora y artista. Aunque crea por encargo, se permite todas las licencias cuando desarrolla su lado experimental, un proceso que la transporta a recuerdos de su infancia. “Mi lado no comercial es uno de los que más disfruto, porque me da una libertad absoluta para crear. En gran parte, define mi marca: Valentina Schuchner significa dar valor y belleza a aquello que no siempre se percibe como tal”, explica. El arte de Schuchner se encuentra en la utilización de tejidos no convencionales, creando texturas y volúmenes únicos dentro de una geometría imprecisa, ofreciendo una visión contemporánea del romanticismo.

Sentido Vertical
Magdalena o mejor conocida como “Maga”, la talentosa diseñadora detrás de Sentido Vertical, es mucho más que una creadora de moda; es una apasionada por el diseño que encuentra inspiración en cada textura, línea y forma. Desde sus inicios, la moda ha sido el eje central de su vida, y esto se refleja en cada una de sus piezas. Maylin define su estilo como minimalista, con líneas simples, cortes limpios y estructuras que destacan en los vestidos de novia que conforman su línea comercial. “Yo visto a través de estilos, no visto cuerpos”, lanza. Su historia comenzó en el garaje de la casa de sus padres, donde con esfuerzo y determinación logró establecer las bases de su carrera. Su primer atelier en San Isidro fue solo el inicio de un viaje creativo que luego la llevó a Palermo, consolidándose como una referente en el diseño de vestidos para fiestas.
Más allá de su línea comercial, Maga tiene un lado B donde su creatividad explota y el diseño se convierte en protagonista. Nada se desecha, todo se reutiliza y cobra un nuevo sentido, los retazos de tela y diferentes géneros cobran vida con diseños experimentales “dystopian style” predominando elementos utilitarios, tejidos técnicos y una estética futurista. Sus prendas con cortes asimétricos, capas, tonos neutros, y materiales resistentes como el cuero, el nylon y telas con características funcionales (impermeables o antiabrasivas) son las predominantes en la creatividad de Maga. Un pilar esencial en el desarrollo de sus diseños es el trabajo artesanal, adaptado cuidadosamente a cada género. Alejado de la producción en serie, su enfoque se centra en un proceso experimental y completamente único aportándole un valor agregado a la esencia de la marca.

Gone
El talentoso diseñador y fundador de Gone Gonzalo Andrade, es un apasionado del diseño que ha revolucionado el uso de la seda como material insignia de su marca. Desde una edad temprana, su vínculo con la moda y la creatividad quedó en evidencia: ‘A los 10 años ya cosía a mano y a los 15 recibí mi primera máquina de coser. Pasaba horas modificando mi ropa, tiñendo telas y ensamblando retazos para hacer vestidos’, comparte. Lo que comenzó como un interés personal evolucionó con disciplina y dedicación, llevándolo a perfeccionar sus habilidades en la Universidad de Palermo. La filosofía de lo “orgánico” está presente en cada paso de su recorrido como diseñador y en su enfoque para liderar el diseño. Su experiencia en diversas firmas de alta costura y marcas reconocidas le brindó un profundo conocimiento del oficio, y lo impulsó a emprender su camino independiente.
Gone nació en el living de su casa, donde Gonzalo confeccionaba vestidos de novia y fiesta que llegaban por recomendación de sus clientas. Con el tiempo, el crecimiento sostenido de los pedidos lo llevó a establecer una estructura más grande, que sigue expandiéndose sin detenerse. “Todo mi crecimiento fue orgánico. Doy pasos seguros sobre lo que sé que puedo hacer. Prefiero trabajar así porque me da seguridad”, detalla. El distintivo de la marca es el uso exclusivo de la seda en todos sus diseños, un material que Gonzalo eligió tras un exhaustivo proceso de experimentación. Tradicionalmente asociado con un público mayor o prendas de estilo ‘vintage’, decidió romper con estos estereotipos y darle una nueva vida, acercándolo a una generación más joven que aprecia la simpleza en lo complejo y no tiene prejuicios sobre las arrugas del tejido. La seda, con su maleabilidad y nobleza, no solo permite moldear cada diseño al cuerpo de sus clientas, sino que también acompaña la versatilidad de las tendencias actuales. Gonzalo busca generar conciencia en sus clientas sobre la importancia de reutilizar las prendas, asegurándose de que no queden relegadas en el guardarropas después de una fiesta. La naturaleza versátil de sus diseños y las características del material permiten que cada vestido sea usado una y otra vez.
at Federico Velenski
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