El universo privado de Gustavo Cadile

El universo privado de Gustavo Cadile

Su historia comenzó en Junín y continúa hasta hoy en  Nueva York. un creador que sigue expandiendo sus diseños con un nuevo showroom que abrió en Miami.

El diseñador Gustavo Cadile, radicado hace años en Estados Unidos vino a visitar a su familia y mostrar en Argentina su nueva colección. Nos recibió en su pequeño mundo temporario en Buenos Aires y recordó sus primeros pasos cuando su abuela le hizo dibujar vestidos de diferentes países y destacó que su profesión estaba en la sangre a raíz de la importancia de su bisabuelo, innovador en la industria textil.

-¿Cada cuánto venís a la Argentina?
-Vengo todos los años, este 2021 fue diferente porque abrí mi showroom en Miami. Viajé a Buenos Aires por una clienta que se casa en enero y también con la colección nueva. Fue inspirada en un renacer para mí. La quería mostrar primero en la Argentina. Quería elegir la modelo, el fotógrafo, el maquillaje y todo acá. En Estados Unidos la presento en febrero, en Nueva York, para la semana de la moda.
-¿Qué buscan las clientas en un diseño tuyo?
-Quieren verse elegantes y diferentes. Algo clásico, pero al mismo tiempo innovador. Me gusta trabajar uno a uno con ellas. La colección de novia que traje a la Argentina para fotografiar es muy suave y liviana. Se puede doblar, guardar, colgar y queda el vestido impecable. Busqué telas sustentables.

-¿Es cierto que Evita te inspiró en la moda cuando vivías en Junín?
-Sí. Fue una parte de mi inicio. Ella se crió en una casa que estaba al lado de una señora, cuando la familia emigró a Buenos Aires, quedaron sus fotos y pertenencias. La mujer me las mostraba cuando era chiquito. Me encantaban los vestidos de Dior. También mi abuela fue la primera que me dijo que empiece a dibujar vestidos de cada país. Fue la que me inspiró en todo esto.
-De Buenos Aires te fuiste a Miami, luego a Milán y después a Nueva York ¿Cumpliste un sueño al trabajar allá?
-Sí, pero el primer sueño que cumplí fue otro. Con mis vestidos de graduación listos me entero que Susana Giménez estaba en Miami grabando un programa. Fui al estudio, de caradura, y me puse en la puerta esperando ver a alguien que conozca. Vi a su peluquero Miguel Romano y le dije lo que hacía. Me llevó con ella, vio un vestido y me dijo ‘me encanta, tráelo que me lo pongo mañana; cancelo el otro y uso este’. En ese momento dije acá tengo que empezar mi carrera seriamente. Después de Milán trabajé para una compañía de Nueva York. Al cabo de tres años empecé a hacer vestidos uno por uno en mi casa hasta que hice un vestido de novia, lo vio la tienda Neiman Marcus y me contrataron. Empecé a hacer colecciones para ellos, en el departamento de alta costura, ahí largué mi trabajo y comencé a full con mi compañía.

-De las famosas que vestiste, desde Susana hasta Kim Kardashian, ¿cuál fue la que más te sorprendió que te haya contactado?
-Cuando vivía en Milán fui a la premier de la película “La máscara del Zorro”, en la que estaba Catherine Zeta-Jones. La vi desde afuera y me encantó. Regresé y empecé a diseñar toda una colección inspirada en ella sobre el Zorro. Luego de 10 años, ya en Nueva York, suena el teléfono de mi estudio y me llamó su asistente. Me pidió que le diseñe algo exclusivo para una premiere. No había tiempo de prueba ni arreglos. Fue todo un reto. Finalmente lo entregué en persona al hotel y a las 16 horas salió a la red carpet con mi diseño.
-¿Te queda algún proyecto pendiente o a alguna artista que te gustaría vestir?
-Tuve una actriz, que me encanta, que fue a París. Tenía una premiere y eligió mi vestido en Los Ángeles. Cuando llegó a Europa, se lo probó, pero era muy escotada la parte de atrás y necesitaba soporte. Salieron a buscar un brasier que no lograron encontrar. No sé cómo pero cuando se lo puso en Los Ángeles le había quedado perfecto. Visitó otro. Ese fue mi sueño pendiente y la mujer era… ¡Angelina Jolie!

-¿Cuáles son tus gustos por fuera del trabajo?
-¡Me encanta cocinar! Uso mucho harina de almendras, lo hago en mi casa; cuando me voy a trabajar a Miami me llevo una valija con todos los ingredientes. Siempre lo pensé que, si no diseñara, me gustaría tener un restaurante, pero a mi estilo con comida saludable. También me gusta viajar, cuando puedo.  
-¿Cómo es una rutina diaria tuya?
-Miro la agenda para saber que clienta viene. Por la pandemia me armé un tipo de atelier en casa, voy a Manhattan a buscar las telas, hago los cortes, le doy a la costurera… Casi todos los días tengo una prueba de algo. Al mismo tiempo preparo algún armado de colección. Trato de terminar entre las 18 o 19 horas. Hago una hora de gimnasio, saco a la perra a pasear y miro lo que será el día siguiente.

-¿Qué le dirías a alguien que recién está empezando y quiere proyectar su carrera a gran escala?
-Suelo dar charlas en la Universidad de Nueva York, les gusta mi historia que empecé de nada, desde otro país, en el momento en que llegué era como un tipo de tabú porque las tiendas me miraban como muy latino. Los colores de la ropa que hacía las pensaban como festiva. No era todo negro y me costaba porque las tiendas no me querían ver. Era todo el tiempo pulirme, tratar de buscar el look que querían ellos. Nunca bajé los brazos. De las caídas te levantas y esa es la mentalidad de los chicos que tienen ahora. Son re jugados y me encanta.

at Noel Tesouro