Desde su estreno, The White Lotus se convirtió en mucho más que una serie. El guion filoso y los personajes extremos dejaron marca, pero también lo hizo su vestuario. Con una propuesta estética que combina paisajes exuberantes, ironía de clase y personajes inolvidables, la serie se volvió un referente inesperado para el mundo de la moda.
Cada temporada nos ubicó en un destino aspiracional diferente —Hawái en la primera, Sicilia en la segunda—, pero en ambas hubo un hilo conductor: una mirada muy contemporánea sobre el lujo vacacional. Una moda que habla de privilegio, estatus y personalidad, pero sin gritarlo. A continuación, repasamos cinco tendencias que se consolidaron con The White Lotus y que hoy definen una nueva estética resort.
Mediterranean chic: vestidos etéreos y siluetas fluidas
El vestuario de personajes como Daphne o Harper revitalizó el look “costa italiana” con vestidos largos, sedas livianas, escotes asimétricos y estampas que remiten al arte barroco. Marcas como Etro o Dolce & Gabbana reforzaron ese aire sofisticado, pero lo importante está en la silueta suelta, elegante y sin rigidez. También se impusieron los pañuelos como tops y el regreso del pareo como prenda versátil.
Quiet luxury: el lujo silencioso
La serie consolidó lo que hoy se conoce como “lujo discreto”: prendas sin logos, materiales nobles, paletas neutras y cortes precisos. Se nota sobre todo en los personajes masculinos, como Ethan o Cameron, que visten camisas de lino, mocasines suaves y trajes informales. Es una estética que transmite riqueza sin ostentación, y que hoy marca tendencia en redes, revistas y pasarelas.
Nostalgia dosmilera con impronta vacacional
Portia, el personaje más caótico en términos de estilo, fue clave para instalar la versión resort del Y2K. Remeras tipo baby tee, collares de cuentas, estampas psicodélicas y minifaldas se mezclan sin un criterio claro, pero con intención. Su estilo refleja una generación que prioriza la expresión por sobre la coherencia estética, y que resignifica la moda de los años 2000 con un nuevo aire lúdico.
Accesorios protagonistas
En The White Lotus, los accesorios construyen personaje. Los anteojos oversize de Tanya, los sombreros tejidos de Daphne o las carteras rígidas con diseño estructurado son parte del lenguaje visual de la serie. No hay nada dejado al azar: los accesorios hablan tanto como los diálogos y hoy inspiran desde editoriales de moda hasta colecciones cápsula.
Vestirse como si siempre estuvieras de viaje
La gran tendencia que deja la serie es más conceptual que estética: la idea de incorporar prendas típicas del vestuario vacacional a la vida cotidiana. Estampas tropicales, túnicas largas, sandalias minimalistas y camisas livianas de lino salieron del contexto del resort para instalarse como una actitud. Vestirse como si estuvieras en vacaciones, incluso sin salir de tu ciudad, se volvió una forma de lujo emocional.
¿Por qué The White Lotus marca tendencia?
Porque captura el espíritu del tiempo. La serie muestra cómo nos vestimos cuando creemos que nadie nos está mirando, pero en realidad, todos lo están haciendo. Y sobre todo, propone una moda que es más que ropa: es relato, ironía, deseo y pertenencia. Mientras esperamos la tercera temporada (ambientada en Asia), las tendencias que impuso ya están instaladas en la calle, en las redes y en las próximas vacaciones.
at redacción Marie Claire
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