El cubre traje de baño blanco de Carolina de Mónaco marca el rumbo de la moda de verano

Carolina de Mónaco camina por el muelle de un balneario del sur de Francia y, con un cubre-traje de baño blanco y negro, lo convierte en una verdadera pasarela. Porque cuando el estilo corre por las venas desde el mismo momento del nacimiento, hasta el gesto más simple de bajar de un barco para llegar al restaurante donde la espera un grupo de amigos se transforma en una ocasión para mostrar su clase.

Y así, sin el menor esfuerzo, la hija de Grace Kelly convierte un instante fugaz de un largo verano en una escena digna de tapa de revista, sobre la que cualquiera, no solo los presentes, tendría algo para decir.

Envuelta en las suaves telas de su vestido blanco, avanza liviana, con un sombrero en una mano y una cartera en la otra, lista para marcar las tendencias del verano no solo para generaciones pasadas, sino también para las presentes y futuras, que siempre miran sus looks veraniegos con gran admiración. Su cubre-traje de baño se vuelve así un referente para dejarse guiar, inspirar e influenciar.

 

 

Reina del quiet luxury mucho antes de que ese término se volviera un hashtag en redes sociales, Carolina de Mónaco elige en vacaciones la línea de la elegancia susurrada, hecha de cortes simples y delicados, tonos neutros y una paleta esencial. Para su desfile junto al mar, apuesta por un cubre-traje con un corte amplio y fluido, cuyo tejido se levanta levemente con cada movimiento o soplo de viento.

El vestido tiene un escote en “V” y un diseño de mangas largas. La textura minimalista del maxi dress se realza con un estampado negro integral, un bordado romántico y preciso que recorre toda la superficie de la prenda. Lo combina con un sombrero de paja de ala ancha y una shopper de paja, un bolso grande y espacioso capaz de guardar todos los secretos de estilo veraniegos de una princesa. Y como el verdadero truco de cada look está en los detalles, Carolina de Mónaco completa el outfit con un collar largo con piedras preciosas y unos brazaletes rígidos de oro. Un par de anteojos de sol estilo aviador son su último amuleto, para admirar el horizonte y estar siempre atenta a las últimas tendencias de la moda.

 

Este artículo se publicó originalmente en MC Italy.

at redacción Marie Claire