“Esta colección es transversal a todo lo que pasa en Latinoamérica. Lo que la hace singular es que a los colombianos nos tocó vivir momentos estéticos a rajatabla”, explica Duque. “Somos particularmente optimistas, porque en medio de lo que es triste, somos capaces de sonreír. Y eso nos hace únicos”.
El desfile tuvo lugar en la antigua fábrica de Pastas El Gallo, espacio que simboliza la mezcla cotidiana y real de Latinoamérica, donde convergen diversos elementos y personas que forman parte de la “quincaya de la vida”, un universo caótico y mestizo habitado también por cuerpos intervenidos e imágenes impuestas por la televisión.

Según el diseñador, su colección amplifica estéticas usualmente silenciadas, incorporando audios de reinas de belleza y vestidos con grapas quirúrgicas como representación de una realidad distorsionada por los medios. Duque define su estilo como Latin glam, fusionando lo urbano, sofisticado, sensible, político y desbordado, distanciándose de lo puramente artesanal o indígena al encontrar su inspiración en la ciudad, la estética ochentera y la corsetería empoderada. Su propuesta busca un diálogo diferente sobre la identidad latinoamericana, acogiendo la diversidad sin temor al exceso e incluso integrando la violencia como parte de la historia compartida.

Con formación en fisioterapia y ortopedia, Duque describe su enfoque en la moda como protésico, aludiendo a la modelación y alteración del cuerpo. En Gabinete de Curiosidades Latinas, el 90% de los materiales fueron desarrollados en Colombia, incluyendo lentejuelas, cueros solarizados y tejidos innovadores, ensamblados con libertad para que las materialidades se exijan y sostengan una narrativa.
La colección también exploró el concepto de realidades distorsionadas a través de la inteligencia artificial en teasers titulados Las Respuestas de las Reinas. "Crecimos completamente distorsionados en la percepción del cuerpo. La televisión fue nuestro primer filtro al mundo", afirmó el creador al explicar cómo esa distorsión se aplica también al concepto de su obra que juega con la construcción ficticia de lo que se supone que debemos ser.

Duque trabaja bajo una filosofía de colección única anual, en contraposición a las múltiples colecciones por temporada. Esta decisión, motivada por la angustia que le genera la producción seriada, le permite enfocarse en crear piezas singulares destinadas a ocasiones especiales y tiendas específicas, diferenciándose así de la moda masiva. Para Duque, la singularidad de una prenda es primordial, trascendiendo consideraciones inmediatas de estética o temporalidad. Su convicción radica en que solo aquello memorable asegura la venta.
Lejos del elitismo o las métricas de celebridad, Jorge Duque es claro sobre a quién le habla su ropa: “A mí que me compre una mujer afirmada, que se guste a ella misma. Me da igual si es famosa o no. Que alguien se divierta con la ropa, porque si no, ¿para qué la hacemos?”.
Después de una apertura que dejó huella, la semana continúa con tres días de desfiles y presentaciones donde el pulso creativo de la región se siente en cada pasarela. Bogotá Fashion Week confirma, una vez más, que la moda latinoamericana tiene mucho para decir y aún más para mostrar.
at Stefani Schoffen
Accedé a los beneficios para suscriptores
- Contenidos exclusivos
- Sorteos
- Descuentos en publicaciones
- Participación en los eventos organizados por Editorial Perfil.
Comentarios