Cuando pensamos en bailarinas de Chanel nos imaginamos directamente las bicolor, luego las de tweed o las de piel, siempre con el logo en la puta y de colores sumamentes nuetros y combinables.
La comodidad y la versatilidad siempre fueron la prioridad de Gabrielle Chanel y esta herencia se mantuvo en cada nueva colección de la firma hasta hoy.
Las bailarinas se popularizaron gracias a Chanel en 1984 que lanzo sus bailarinas y marcaron la moda y la esencia del chic francés. Unas bailarinas son cómodas y se pueden introducir prácticamente en cualquier look.
Lo han lucido multitud de personalidades desde su creación. Reinas, duquesas y princesas, pasando por actrices, modelos y expertas de la industria. Ycon razón han hecho de él uno de los objetos de deseo más codiciados del sector. ¿Y lo mejor? Es una inversión para toda la vida y nunca pasa de moda, sea la tendencia que sea.
La bailarina de Chanel, básico de fondo de armario
Las bailarinas, ya de por sí un zapato clásico y atemporal, vuelven esta temporada hacía sus raíces más vintage . Especialmente este modelo es uno que combina de forma perfecta gracias a sus simplicidad.
Las favoritas con las de color crudo o nude con punta en negro. La punta que las adorna es iconica se mantiene intacto y fiel a sus orígenes.
Las bailarinas de punta de Chanel son extremadamente versátiles. Pueden combinarse con una amplia gama de atuendos, desde pantalones y faldas hasta vestidos y trajes. Su diseño limpio y elegante se adapta a diversas ocasiones, desde eventos formales hasta reuniones casuales.
Es la propuesta que encontramos en las calles y pasarelas y parece que ser la única todas quieren conseguir para su guardarropa esta primavera. Llevar un par de bailarinas de punta de Chanel es un testimonio de tu aprecio por la moda y la sofisticación. Son un elemento distintivo que agrega un toque de elegancia a cualquier conjunto.
La historia de las Bailarinas de punta de Chanel
Las bailarinas (el zapato de Chanel más buscado a día de hoy) fueron presentadas por Inès de la Fressange en una campaña fotografiada por Helmut Newton que quedó para la historia como un sinónimo de elegancia francesa. Los zapatos de salón de color beige suave con puntera negra que llevaba la modelo eran una extensión de los zapatos destalonados en dos tonos característicos de Gabrielle Chanel, que se lanzaron en 1957, inspirados en el mundo de la danza en el que la diseñadora encontraba tantos elementos comunes, como la comodidad que ofrecían sus prendas y la libertad de movimientos que representaba. En los años siguientes, en 1986 y 1987, Karl Lagerfeld creó el vestuario para dos ballets del coreógrafo alemán Uwe Scholz, en 2009 creó el vestuario de Elena Glurjidze para El lago de los cisnes, y su sucesora, Virginie Viard, diseñó con la Casa Lemarié de Chanel los vestuarios de las bailarinas de la gala inaugural del ballet de la Ópera de París, sellando la bailarina como una pieza fundamental en la gramática estilística de Chanel
Aun así, parece que este renacimiento vino para quedarse, solo dedicado a las románticas que quieran volver a lucir las bailarinas con orgullo, siempre a la moda, pero no necesariamente siguiendo una tendencia. No le pierdas la pista a las colecciones de Chanel para saber cómo seguir combinando estos zapatos icónicos.
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