Azzedine Alaïa, ese estilista pequeño de estatura, pero grande en sus creaciones, nació en Túnez; gran conquistador del mundo de la moda en todos los continentes, ya que sus prendas sin edad ni temporada son aún hoy dignas de la admiración de los más expertos en la materia y ni que hablar de las mujeres fashionistas del mundo entero. Lamentablemente Azzedine Alaïa falleció el 18 de noviembre del 2017 tan discretamente como lo fue él en vida.
La fundación Azzedine Alaïa fue creada por el mismo estilista; de la mano de su presidente Olivier Saillard realiza del 28 de enero al 24 de octubre del 2022 una exposición inédita y original sobre Azzedine.
La exposición, muy esperada en París, recrea los años de su aprendizaje antes de dejar Túnez hasta su consagración parisina en los años ochenta. A través de documentos inéditos del archivo de la firma, fotografías y dibujos, el público recorre la muestra para conocer a fondo a un hombre discreto en sus 30 años de trabajo. Además, se admiran una selección de vestidos y prendas de sus comienzos que revelarán al visitante más que un estilo, el trabajo desmenuzado de un talento sin igual; estas prendas son testigos de una labor sumamente íntima y personal.
La exposición lleva como nombre Alaïa antes de Alaïa, revelando lo que ya podía hacer desde joven este estilista sin igual a quien las mujeres fueron su preocupación e inspiración.
Mientras que su generación de estilistas se preparaba en escuelas o en atelier de famosas casas de moda, el perfeccionaba una técnica que con el tiempo fue inigualable. No importa que Azzedine Alaïa haya estado poco tiempo trabajando en el atelier de Dior, su formación fueron esas mujeres exclusivas que dirigen todavía hoy el tono de la moda parisina y que van a confiar en el talento de quien no solo hace moda sino arte.
Aprendió y se mejoró solamente con el contacto con mujeres; aquellas que fueron sus protectoras, soportes, clientas privilegiadas antes de convertirse para él en el camino inspirador de su obra. Esos encuentros resultan fructíferos cuando se unen el talento y la amistad que solo un negocio floreciente de creación desea fomentar.
Azzedine Alaïa llego a París en 1956 con una valija de consejos de figuras de la emancipación femenina tunecina como Habiba Menchari, cuya hija Leila era en esa época maniquí en la casa Guy Laroche, Simone Zehrfuss esposa del gran arquitecto Bernard Zehrfuss, la condesa Nicole Blegiers fueron quienes lo introdujeron en el París de los años 50 y lo empujan hacia las artes de su tiempo. Mujeres como Greta Garbo quien le sugirió el enorme abrigo con el que ella se envolvía para pasar inadvertida y que la muestra expone con orgullo.
Arletty le demostró una admiración incondicional y Frederic Somigli se convierte en el personaje infaltable en las inspiraciones de Alaïa, con ella aprende el chic desenvuelto que solo las parisinas saben pretender. Para la escritora Louise Vilmorin Alaïa será su espejo y para él ella será un modelo de influencia a lo largo de toda su vida; quien lo introducirá en el circulo de artistas y a la vida de la capital fracncesa. Y hubo tantas otras, que se lo disputaban sin cesar y que lograron orquestar y desarrollar el talento de Azzedine Alaïa en sus primeros años en Europa. Para entonces Azzedine multiplica sus experiencias, dormía poco, trabaja todo el tiempo e invitaba a su mesa abierta a todos y todas.
En los 80 de la mañana a la noche todas se quieren vestir con él, el fenómeno Alaïa explota, New York lo invita y reclama, el estilista Thierry Mugler con el que Azzedine tiene una verdadera amistad lo anima, Prosper Assouline y Andrée Putman lo acompañan en su trayectoria, Gilles Bensimon o Claude Perdrier son los que asisten a la revelación de su expresión talentosa.
En la exposición las prendas de ayer, nacidas en sus tres decenios, creaciones recientes con temas de inspiración inmutable revelan una galería de cuadros de aquellos y aquellas que convencidos por su talento singular lo acompañaron en su esplendorosa carrera. Todo esto y más está expuesto en la muestra de la fundación Azzedine Alaïa, un espacio de cultura que en vida fue creado por el estilista como un lugar de encuentro de talentos y de amistad.
at Lilian Rinar
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