Cafayate: por qué se convirtió en uno de los destinos más buscados en esta pandemia

Elegida como una de las 10 ciudades más hospitalarias de nuestro país en la reciente encuesta de Booking.com, Cafayate es un destino que ofrece descanso y aventura pero, sobre todo, una increíbles gastronomía y vinos de excelencia.

Se ubica al sudoeste de la provincia de Salta y concentra la ruta del vino más alta del mundo. Gracias a su microclima seco y árido (con temperaturas que van desde 15 a 30 grados), esta ciudad se convierte en una zona privilegiada para el cultivo de la vid con lo que ha ganado su fama tanto a nivel local como internacional.

Requisitos para ingresar a Salta

• Se requiere sacar el Certificado Verano (disponible en la web y la app de Cuidar).
• No se requiere certificado COVID-19 negativo.
• No se pide seguro de viaje COVID-19 o cobertura sanitaria.

Para muchas familias y parejas es probable que sea una opción más que tentadora en Semana Santa. A continuación, algunos consejos, recorridos y tips para tener en cuenta.

 

Estadía todo en un solo lugar

Con una mezcla perfecta entre historia, cultura y lujo, Patios de Cafayate es una excelente opción para hacer base y vivir diferentes experiencias.

Ubicado en la Ruta Nacional 40 en la intersección con la Ruta Nacional 68, este hotel de estilo colonial, se encuentra en las mismas hectáreas que bodega El Esteco, el cual ofrece visitas guiadas por los viñedos y degustaciones de su producción.

Tanto en el almuerzo como en la cena, se pueden saborear los platos tradicionales y coloridos que ofrece el chef del restaurante “La Rosa”, con una vista al verde jardín que contrasta con las montañas rojizas.

Cuenta con amplias habitaciones (36 en total), patios y jardines internos ideales para leer un libro y disfrutar de la tranquilad y el sonido de la vegetación. Durante la tarde, algunos prefieren tomar un trago al borde de la pileta, o bien aventurarse con las cabalgatas que ofrece el hotel.

 

Visita a las formaciones rocosas rojizas

Sea en auto, o para quienes se animen en bici, el paseo hacia la reserva natural “Quebrada de las Conchas”, es un imperdible.

Contemplar uno de los paisajes más deslumbrantes de Argentina, con imponentes relieves que fueron tallados por el viento durante millones de años, relieves multicolores, y hasta pinturas rupestres, que ponen de manifiesto las antiguas costumbres que regían en los grupos sociales.

Otra manera de recorrer estos monumentos naturales como Garganta del Diablo, el Anfiteatro y los Castillos es mediante excursiones de senderismo o trekking, con grupos muy reducidos y una duración de aproximadamente 3 horas.

 

Degustación de los mejores vinos

Cafayate es el segundo centro de producción vinícola de toda Argentina. Si bien su vino por excelencia es el blanco torrontés, también se elaboran variedades de Malbec, Syrah, Chardonnay y Cabernet Sauvignon también de alta calidad.

Una enorme variedad de bodegas se alberga en esta ciudad, no solo para recorrer sus viñedos sino también para disfrutar de una gastronomía de alta gama. La mayoría cuenta con un estilo arquitectónico colonial o acorde a su paisajismo exótico y ofrecen excursiones en diferentes idiomas en donde los enólogos dan a conocer su pasión.

Aquí, un listado con algunas de las más reconocidas para encarar: Bodega El Porvenir, San Pedro de Yacochuya, Piattelli Vineyards, El Esteco, Nanni, Finca Las Nubes, entre muchas más.

 

Conocer sus pueblos y tradiciones

Para los cafayeteños, Cafayate proviene de Capac que significa pueblo y a su vez riqueza, por lo que lo consideran como “El Pueblo que lo tiene todo”. Y es que en esta pequeña ciudad rica en tradiciones, conviven la antigüedad y la historia con la contagiosa modernidad de nuestros tiempos.ç

A dos cuadras de la Plaza Principal, se encuentra el Museo de la Vid y el Vino, ideal para viajar en el tiempo con videos y holografías hacia los primeros años de elaboración de esta bebida con la llegada de los jesuitas en el siglo XVI.

La arquitectura colonial de sus calles, la catedral Nuestra Señora del Rosario, los restaurantes de comidas regionales, los locales de artesanía, y un molino de maíz del siglo XVII, la convierten en una parada obligada para turistas de todas partes del mundo.

 

Fotos: Lucas Olivera García.