Se suele decir que los gatos no son tan cariñosos como los perros. Y no lo vamos a discutir, porque muchas veces esto es verdad y se puede ver a simple vista. Mientras que nuestro perro no para de mover la cola de felicidad, el gato está en la otra punta, sentado y mirando seriamente la situación. No todos tienen la suerte de toparse con un minino sociable, pero parece que eso podría revertirse.
Un estudio demuestra que el vínculo con estos pequeños peludos también hay que trabajarlo y explica cómo podemos hacerlo. Resulta que la investigación terminó por concluir que la clave en la relación es el juego. Así es, aparentemente si jugas con tu gato esto los volverá más cercanos y hasta quizás buenos amigos. Afirman los expertos que el juego hace que el gato tenga mejor salud tanto física como mental.
Otro resultado obtenido por este estudio es que aquellos felinos que pasan más tiempo en su hogar tienen mejor calidad de vida y mejor relación con su dueño. Por el contrario, los gatos que se pasan el día fuera de casa, paseando por las calle y haciendo travesuras pueden ser más desapegados. Y es que si este es el caso, es más difícil generar ese espacio para crear un vínculo con tu mascota.
La investigación incluso agrega que los gatos más ariscos suelen querer llamar la atención mediante actitudes destructivas, como por ejemplo arruinar completamente el sillón tras pasarse horas arañándolo con sus pequeñas garras. Así que ya sabés, si querés que tu michi sea más cariñoso, podes empezar implementando algunas de estas recomendaciones.
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