Por qué deberías apostar por firmas de moda sostenible esta temporada

El cambio de temporada y la presentación de nuevas prendas en las principales semana de la moda alrededor del globo pueden generar la necesidad de salir a a comprar ropa para llenar tu armario. Si bien este último año tomaron fuerza la moda circular y los guardarropas funcionales, todavía existe una industria que produce a escala masiva sin tener en cuenta el impacto sobre el medioambiente.

Por eso, al momento de definir tu estilo y las compras para tu colección en esta temporada que ya llegó, es importante que te detengas unos minutos a pensar algunas cuestiones como quiénes confeccionaron las prendas, qué impacto social y medioambiental tuvo su producción y cómo fue el trato hacia los trabajadores que participaron en su diseño y realización.

Heather Knight, directora de branding, diseño y comunicación de Fashion Revolution, el movimiento global que exige transparencia y ética en la industria de la moda, asegura que actualmente “la sociedad consume un 400 por ciento más de ropa y tarda en desecharla la mitad de tiempo que hace 20 años”. Y en este proceso participan todos los actores de la cadena, desde las firmas hasta los consumidores. 

El problema está en que todo gire alrededor de las tendencias

Gema Gómez, integrante de Slow Fashion Next, un grupo de profesionales expertos en Moda, Sostenibilidad, Emprendimiento y Negocio, considera que las tendencias que surgen desde la industria de la moda "se han comido al producto". La diseñadora, que ha trabajado en grandes cadenas, considera que las nuevas generaciones cuentan con más prendas pero no visten mejor que las generaciones de sus abuelas.

Gómez considera que en los viejos armarios existía una gran cantidad de prendas hechas a medida, con telas de calidad superior a las que se emplean en la actualidad, al menos en las firmas de fast fashion. Es por eso que estos artículos son de los más buscados en las tiendas de moda circular, por su diseño y durabilidad.

Pero existen diseñadores y diseñadoras que están convencidos de que los nuevos consumidores no buscan solo la moda rápida y que existe un mercado para el diseño sostenible. Eso aseguró Stella McCartney, en un reportaje a Marie Claire (España):  “Creo que los consumidores son más conscientes. En el vestir, en el comer, en el estilo de vida en general, pero no solo en eso. Se ha discutido sobre algunos temas: ¿por qué no sobre moda?”.

Pero la solución no está solo en los consumidores, sino que también las firmas de moda se comprometan a cumplir con procesos más amigables con el medioambiente y las comunidades involucradas. 

Las firmas con compromiso ecológico

Poco a poco, más firmas internacionales encaran un camino de producción conciente y respetuoso, muchas de ellas de lujo como DKNY, Bottega Veneta, Balenciaga, Gucci o la pionera, Stella McCartney.

Si todavía tenés dudas sobre las empresas que se comprometen con el ambiente, la sostenibilidad y el factor humano, te dejamos esta lista de recomendados. 

HUMAN + ID

La firma española produce pantalones de jean y centra su actividad en la sostenibilidad, la calidad y el slow fashion. La firma apuesta a una producción acotada y un proceso de fabricación con un compromiso de "residuo cero". A esto se le suma un packaging sostenible, con uso de materiales procedentes de recursos renovables o reciclables, como el algodón o la fibra de cáñamo.

Stella McCartney

La diseñadora e hija de Paul McCartney es sinónimo de moda sostenible y una de las pioneras en la materia. Su marca es una de las empresas de lujo que sabe unir la moda con el compromiso con el medioambiente, de colecciones para un uso prolongado.

La firma de Stella hace años asumió un compromiso con la negativa al uso del cuero y cualquier otro material en la confección o procesos que implique crueldad animal.

Veja

En el universo del calzado urbano, la firma francesa con producción en Brasil destaca por sus modelos ecológicos. Se destaca por el compromiso en el uso de materiales sostenibles y el comercio justo.

Las zapatillas Veja ya son elegidas por celebridades e integrantes de la realeza como Meghan Markle, Kate Middleton y otras representantes locales tales como Juliana Awada o la periodista María Belén Ludueña. 

Now Then Label

La firma de trajes de baño asumió un compromiso con los océanos y el fin de su contaminación. Para cumplir con eso, rescatan redes de pesca abandonadas a las que les dan una segunda vida y las convierten en nylon de alta calidad. Con este material producen sus trajes de baño y con cada uno consiguen reciclar hasta 300 gramos de residuos marinos y otros derivados del nylon.

Now Then tiene una baja huella medioambiental gracias a los procesos de proucción ecológicos, con uso de energías renovables y principios de economía circular.

Gucci

Desde 2010, la firma de lujo asumió iniciativas de consumo ecológicas para sus productos. En 2011 elaboraron sus primeras gafas ecológicas a base de aceite de ricino y comenzaron un proceso de reconversión para que  sus productos pasaran a ser en su totalidad procedentes de ganadería ecológica y sostenible.

Este año, la maison se convirtió en la primera marca de lujo en conseguir más del 80 por ciento de puntuación en el ranking de transparencia de Fashion Revolution. 

Versace

La firma italiana está en un proceso de reconversión, el cual comenzó en 2018 cuando se comprometieron a dejar de usar pieles de animales en sus prendas, especialmente la de canguro que durante años fue su materia estrella.

La propia Donatella Versace aseguró que no se sentía cómoda recurriendo a la matanza de animales para realizar sus colecciones, por lo que tomó la decisión de emprender un nuevo camino como diseñadora. 

Michael Kors 

El diseñador es un defensor del uso de energías renovables en cada proceso de producción de sus artículos. El trabajo de reconversión incluye también un objetivo de convertirse en una firma 100 por carbono neutral y con uso completo de energías puras renovables.

A este proceso se le suma un trabajo para reformar su adquisición de materias primas y para conseguir un método más sostenible de teñir las telas destinadas a sus colecciones.