Una vez más, la fusión hace de las suyas. Si, al igual que en la gastronomía (con el caso de la cocina Nikkei como gran ejemplo), la sana costumbre de mezclar tradiciones impacta también en la decoración.
El ejemplo más reciente y exitoso de ello es el estilo Japandi, una amalgama perfecta entre la ambientación nórdica y la elegancia japonesa.
Materiales, tonos y muebles
Perfección e imperfección. Esas son las dos primeras diagonales que se cruzan en Japandi y que resultan en ambientes donde siempre aparece un detalle más "imperfecto" o natural, ya sea en plantas o en materiales como madera (cuanto más rústica, mejor).
La funcionalidad, sin duda, es otra de sus principales directrices y es por eso que en Japandi cada objeto, cada adorno o intervención tiene que tener un por qué.
Como decíamos antes, lo natural tiene una importante presencia y eso ya se nota en el uso de materiales como madera, bambú y piedra y en telas como el lino o la lana.
Los muebles también manejan esa dualidad: respetan el estilo minimalista escandinavo a rajatabla, pero agregándole toques de naturalidad en sus texturas o en su manufactura artesanal. Las plantas, claro, son un must de esta tendencia.
¿Y los colores? Por supuesto que predominan los tonos neutros: blanco beige y gris, pero combinados con leves toques de tonos pastel.
Lejos de objetos extravagantes y de incalculables reformas, el estilo Japandi se presta a la perfección a prácticamente todo tipo de ambiente, con apenas algunos cambios y renovaciones y con la siempre sencilla y cercana ayuda de una planta o armado floral para el hogar.
at Redacción Marie Claire
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