Islas Cícladas: qué ver en Santorini, Paros, Ios y Naxos, las joyas del mar Egeo

En el corazón del mar Egeo, las islas Cícladas dibujan un círculo perfecto alrededor de Delos, la isla sagrada de la Antigüedad. Más de 200 islas e islotes conforman este archipiélago que parece creado para cumplir los sueños mediterráneos: Casas encaladas, callejuelas de piedra, iglesias de cúpulas azules y playas donde el tiempo se detiene.

Pero entre tantas opciones, ¿por dónde empezar? Aquí, una selección de cuatro islas imperdibles, cada una con su personalidad que condensan la esencia de Grecia.

 

 

Santorini: La postal eterna del Egeo

Pocas experiencias se comparan con ver el sol hundirse en el horizonte desde Oia. Santorini seduce con su caldera volcánica, sus casitas blancas colgadas del acantilado y esa luz dorada que todo lo tiñe de magia. Además de las postales clásicas, la isla guarda tesoros como el yacimiento arqueológico de Akrotiri, una Pompeya griega congelada en el tiempo, o las ruinas de la antigua Thera, donde la historia convive con vistas de ensueño.

Para quienes buscan vivir el lado inesperado de Santorini, lejos de las multitudes, Canaves Collection es sinónimo de hospitalidad griega en su máxima expresión. Fundada por la familia Chaidemenos, pionera en abrir las puertas de la isla al turismo de lujo, esta colección de propiedades redefine la experiencia de Santorini con estilo, tradición y un servicio que roza lo artesanal.

 

 

Entre ellas, el Canaves Oia Epitome es su joya contemporánea: Un resort construido con roca volcánica que se distingue del clásico encalado de la isla. Ubicado sobre el pintoresco puerto pesquero de Ammoudi, es el único hotel que ofrece vistas panorámicas al mar y un atardecer privilegiado desde cada suite y villa. Con opciones que van de dos a cinco dormitorios, es ideal tanto para parejas como para grupos y familias que buscan privacidad absoluta. Y si se trata del buen comer, nada como una cena bajo las estrellas en el Elements Restaurant & Bar con platos como vieiras frescas o sofigado (guiso griego tradicional), o una propuesta más vanguardista en Omnia, donde la cocina egea se vuelve un espectáculo alrededor de la piscina. 

Un viaje romántico y experiencias únicas desde navegar en yate privado por calas ocultas, visitar bodegas con más de 3.000 años de historia o aprender cerámica con artesanos locales, hace que Santorini se convierta en una postal inolvidable. 

 

 

 

Paros: Historia, glamour y playas infinitas

Más tranquila que Mykonos pero igual de encantadora, Paros brilla por su equilibrio entre cultura, playas y vida nocturna chic. El pueblo pesquero de Naoussa concentra bares y tabernas con encanto, mientras que la capital, Parikia, resguarda la iglesia bizantina de Panagia Ekatontapiliani y restos arqueológicos que conectan con el pasado griego. 

Uno de los restaurantes más “instagrammeables” por su estética completamente diferente al clásico blanco y azul es Linardo, con puertas y ventanas fucsias rodeadas de flores, se encuentra muy próximo al puerto.

Playas como Kolymbithres, con sus formaciones rocosas esculpidas por el viento, o Golden Beach, ideal para deportes acuáticos, muestran su cara más vibrante. ¿Un imperdible? Perderse en Lefkes, un pueblo de montaña donde el tiempo parece haberse detenido.

 

Ios: la isla de la energía animada

Ios es sinónimo de juventud, música y puestas de sol legendarias. Sus playas desde la festiva Mylopotas hasta la apartada Manganari, son perfectas para combinar fiesta y relax.

La playa de Mylopotas concentra la acción: aguas cristalinas ideales para deportes acuáticos como windsurf, paddle surf o buceo, y un ambiente vibrante durante todo el día. 

Al caer la tarde, nada mejor que cambiar la clásica cocina griega por sushi fresco en Elpeace, un restaurante frente al mar que mezcla lo mejor del pescado local con un twist asiático.

Y cuando el sol empieza a bajar, Pathos Lounge Bar se convierte en una experiencia casi ritual: música, esculturas de aire Burning Man y un atardecer que parece coreografiado para ser eterno. Una parada obligatoria en Ios si lo que se busca es un poco de diversión y compañía internacional. 

 

Naxos: Naturaleza, familia y sabores auténticos

 

La más grande de las Cícladas es también la más diversa. Naxos ofrece playas kilométricas de arena dorada como Plaka o Agios Prokopios, perfectas para familias o para quienes buscan desconectar.

El emblema de la isla es la Portara, el imponente pórtico del Templo de Apolo que recibe a los viajeros en el puerto de Chora. Además, Naxos sorprende con montañas verdes, pueblos interiores donde se conservan tradiciones centenarias como sus “Panigiris” y una gastronomía rústica que es un verdadero viaje de sabores.

En las clásicas tabernas familiares, la abundancia es la regla: Platos generosos, recetas transmitidas de generación en generación y ese espíritu de hospitalidad griega que hace que nadie se levante con hambre de la mesa. Una referencia local es la taberna de Spiros Karabatsis, que desde 1974 sirve con orgullo algunos de los platos más emblemáticos de Grecia: Mousaka, pasticcio y la fresca ensalada dakos. Una experiencia simple, auténtica y deliciosa que resume la esencia de Naxos.

 

 

Gracias a la extensión de sus playas, es ideal para vivir la experiencia de cabalgatas a la hora del atardecer y dejarse sumergir con caballos acostumbrados a bañarse en el mar cuando el sol baja. Para los amantes del windsurf y el kitesurf en la bahía de Mirkri Vigla, una de las mejores y más hermosas playas del Mar Egeo, es el lugar ideal tanto para principiantes como profesionales por su viento constante y unas olas limpias.

 

Las Cícladas son un viaje que se puede realizar una y otra vez y siempre será diferente, especialmente si se planifica para Septiembre, uno de los mejores meses para visitarlas. Cada isla tiene su voz, su ritmo y su manera de encantar. Ya sea la elegancia sofisticada de Santorini, el magnetismo de Paros, la energía vibrante de Ios o la calidez familiar de Naxos, este archipiélago griego guarda siempre un rincón nuevo por descubrir.