Sabemos de sobra que hace muchísimos años están instalados en nuestra sociedad tabúes ginecológicos en torno a nuestra vagina que nos lleva a callar todo aquello que nos molesta, nos incomoda o incluso algo con respecto al correcto funcionamiento de la misma.
La realidad es que el desconocimiento que existe en torno a lo anatómico y fisiológico son la causa número uno de que estos temas no sean muy mencionados, cuando en realidad es esencial hablar abiertamente sobre esto. El envejecimiento vaginal puede tratarse de muchas maneras.
¿Existe la vagina perfecta?
La respuesta es no, la vagina perfecta es aquella con la que te sentís cómoda. Hay que aclarar que la vagina sólo es una parte de los genitales femeninos, junto a la vulva forman nuestros genitales externos, y las sostienen estructuras del suelo pélvico, que están conformados por los músculos, las fascias y los ligamentos.
¿Por qué es un tabú hablar de los problemas relacionados con la vagina?
En primer lugar porque vivimos en una sociedad machista y heteropatriarcal en la cual la vagina tiene connotaciones sexuales y reproductivas, y segundo porque es una zona del cuerpo de la que no se conoce mucho. Tanto es así, que se cree que después del embarazo y del parto las alteraciones vaginales son normales y no necesitan tratamiento. La falta de conocimiento anatómico y fisiológico es excesivo y contribuye a que este tema sea poco mencionado. Tenemos que empezar a incluir en nuestras conversaciones palabras como vagina, vulva y suelo pélvico sin pudor alguno.
El envejecimiento vaginal
Nuestra vagina envejece al mismo tiempo que envejece nuestro cuerpo. Después de la menopausia, en los genitales femeninos aparece la disminución del influjo hormonal que se manifiesta en forma de atrofia, lo que deriva en la sequedad genital que, en ocasiones, si no se trata, puede causar dolor durante las relaciones sexuales, que puede generar rechazo hacia ellas, además aumentan la probabilidad de sufrir infecciones urinarias y de empeorar otros trastornos como es el caso del prolapso genital.
¿Qué afecciones solemos sufrir en silencio con frecuencia?
Por lo general solemos callar las incomodidades estéticas y funcionales de la vulva, la pérdida del control de la vejiga, que puede variar desde una pequeña pérdida de orina al estornudar o toser hasta la incapacidad total de controlar la orina, y la insatisfacción sexual.
¿Tiene solución?
Obviamente que si pero primero hay que aceptar los cambios del paso del tiempo para luego poder buscar soluciones, es importante tener un ginecólogo de confianza con el cual se pueda hablar de todo aquello que nos afecta y que de esta manera, los dos, puedan encontrar el tratamiento que sea más adecuado. Los tratamientos del envejecimiento vaginal son muy variados, van desde preparados de hidratación con o sin hormonas hasta la utilización de radiofrecuencia y de diversos láseres. Si tenés prolapso o incontinencia urinaria grave podés recurrir a procedimientos quirúrgicos.
ML
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